El Reglamento de la UE 2023/1114 sobre Mercados de Criptoactivos (MiCA) establece normas uniformes para la regulación de empresas de criptomonedas dentro de la Unión Europea. Para las empresas que prestan servicios de criptoactivos en España, el cumplimiento de este reglamento es un requisito previo para operar legalmente y acceder al mercado paneuropeo a través del régimen de pasaporte. España ha implementado las disposiciones de MiCA sin derogaciones nacionales, garantizando transparencia y previsibilidad en el entorno regulatorio para los emprendedores. En España, el cumplimiento de las disposiciones de MiCA es supervisado por dos organismos. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es responsable de supervisar la implementación y aplicación práctica de los requisitos del reglamento. El Banco de España, a su vez, supervisa el cumplimiento de las obligaciones regulatorias, prestando especial atención a los emisores de tokens respaldados por activos y dinero electrónico, así como a la prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Para los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP), se han establecido diferentes categorías de licencias según la lista de operaciones permitidas y los requisitos de capital mínimo. La primera categoría requiere un capital mínimo de 50.000 € y permite la prestación de servicios para la ejecución y transmisión de órdenes de clientes, la colocación de criptoactivos, la transferencia de activos, la consultoría y la gestión de carteras. La segunda categoría requiere 125.000 € de capital y se complementa con el derecho a custodiar activos en nombre de los clientes, así como a intercambiar criptomonedas por dinero fiduciario y otros tokens. La tercera categoría, más completa, requiere 150.000 € de capital e incluye el derecho a operar una plataforma de intercambio de criptomonedas. Además de los requisitos de capital, MiCA exige que los CASP establezcan un fondo de reserva de al menos una cuarta parte de sus gastos generales fijos anuales, lo que asegura la estabilidad financiera de las empresas. Para organizaciones recién establecidas, el cálculo se basa en los gastos previstos para los primeros 12 meses. Los gastos generales fijos incluyen nómina, alquiler, infraestructura informática, seguros, equipos y depreciación. Se excluyen los costes variables, pagos discrecionales y gastos únicos. Las pequeñas empresas tienen la opción de cumplir parcialmente con los requisitos mediante el uso de cobertura de seguros, aunque la disponibilidad de tales soluciones es limitada en la práctica.
Para las empresas de criptomonedas registradas en la CNMV como proveedores de servicios de activos virtuales bajo la legislación de prevención de blanqueo de capitales hasta el 30 de diciembre de 2024, se prevé un período de transición hasta el 1 de julio de 2026. Durante este tiempo, podrán seguir operando sin una licencia MiCA, pero deberán adaptar sus procedimientos internos, gobierno corporativo y capital a los nuevos requisitos. Las empresas registradas entre el 30 de diciembre de 2024 y el 8 de julio de 2025 deberán solicitar una licencia en un plazo de tres meses desde la entrada en vigor de la ley. Una vez finalizado el período de transición, ya no será posible operar en el mercado español sin licencia. España replica íntegramente los requisitos de MiCA sin introducir condiciones o exenciones nacionales adicionales. Todos los parámetros clave, incluidos capital, sistemas de control interno, medidas AML/KYC y reglas de ciberseguridad, cumplen con la normativa europea. Al mismo tiempo, el procedimiento de concesión de licencias no permite el principio de denegación tácita: las autoridades competentes están obligadas a considerar la solicitud presentada dentro del plazo establecido y a emitir una decisión, lo que garantiza seguridad jurídica para las empresas.
MiCA se aplica a tres categorías de criptoactivos. Estas incluyen tokens de dinero electrónico (EMT), cuyo valor está vinculado a una moneda oficial y que son un tipo de stablecoin respaldado por el euro o el dólar; tokens respaldados por activos (ART), cuyo valor depende de uno o más activos subyacentes; y otros criptoactivos, incluidas monedas como Bitcoin y Ethereum, así como tokens de utilidad que brindan acceso a ciertos productos o servicios. Al mismo tiempo, MiCA excluye explícitamente de su alcance los instrumentos financieros cubiertos por MiFID II, los tokens no fungibles en su forma clásica, las monedas digitales de bancos centrales, las criptomonedas de uso limitado y los activos emitidos por organismos públicos. Se han introducido obligaciones adicionales para los emisores de ART y EMT para publicar documentos oficiales que describan los parámetros del token, su colateral, riesgos y condiciones de circulación. Estos documentos deben elaborarse en un formato estandarizado y según una plantilla unificada prevista por el reglamento de ejecución de la Comisión Europea, que entrará en vigor el 23 de diciembre de 2025. Hasta esa fecha, España tiene un procedimiento temporal para notificar a la CNMV el cumplimiento de las obligaciones de información en virtud de la Sección II de MiCA. Los proveedores de servicios de criptoactivos que deseen operar en España deben ser entidades legales autorizadas en uno de los países de la UE. Deben cumplir con los requisitos de buena fe, transparencia y profesionalidad, divulgar información completa sobre precios, comisiones y riesgos, y establecer sistemas de gobernanza corporativa y control interno. Dichas empresas serán autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se convertirá en la principal autoridad de licencias y supervisión, mientras que el Banco de España conservará sus funciones de supervisión sobre emisores de stablecoins y tokens de dinero electrónico.
El Reglamento MiCA permite a los Estados miembros establecer un período de transición de hasta 18 meses para que las empresas se adapten a las nuevas normas. España ha reducido este período a 12 meses, lo que significa que el período de transición finalizará el 30 de diciembre de 2025. Hasta esa fecha, solo podrán continuar operando aquellas entidades que hayan prestado efectivamente servicios de criptomonedas de acuerdo con la legislación nacional, concretamente la Ley 10/2010 de 28 de abril sobre prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. De acuerdo con esta ley, desde 2021, el Banco de España mantiene un registro de empresas que prestan servicios de intercambio de moneda virtual por moneda fiduciaria y de almacenamiento de carteras electrónicas. Las organizaciones registradas en este registro antes del 30 de diciembre de 2024 conservan el derecho a operar hasta el final del período de transición o hasta que se les deniegue la inscripción en el nuevo registro de proveedores regulados por MiCA. El Reglamento de la UE 2023/1114 marca la creación de un marco legal armonizado para los criptoactivos en Europa. No solo introduce reglas uniformes para todos los participantes del mercado, sino que también establece la obligación de cumplir con estándares AML/CFT, requisitos de gobernanza corporativa y regulaciones sobre conflictos de interés. Para las empresas, esto implica la necesidad de reestructurar procesos internos, fortalecer sistemas de gestión de riesgos y alinear las actividades operativas con los nuevos requisitos. Para los inversores, significa la creación de un entorno más transparente y seguro, donde la prestación de servicios estará sujeta a normas uniformes que eliminan incertidumbres legales. España, por tanto, está creando un entorno regulatorio favorable y predecible para las empresas de criptomonedas interesadas en operar legalmente en el mercado de la Unión Europea. El período de transición brinda tiempo a las empresas para prepararse, pero el proceso de licencias requiere un trabajo organizativo significativo, levantamiento de capital e implementación de un sistema de gestión interna eficaz.
Regulaciones MiCA en España
El Reglamento de la UE 2023/1114 sobre mercados de criptoactivos (MiCA) entra en vigor el 30 de diciembre de 2024 y establece normas uniformes para regular la industria de criptomonedas en todos los países de la Unión Europea, incluida España. Los principales objetivos de MiCA son establecer un marco legal para la emisión y circulación de criptoactivos, proteger a los participantes del mercado, crear condiciones uniformes para la prestación de servicios en este ámbito y prevenir el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y garantizar la estabilidad financiera. MiCA se aplica a los tokens respaldados por activos (ART), que mantienen su valor al estar vinculados a activos específicos o a una cesta de activos; a los tokens de dinero electrónico (EMT) respaldados por la cotización a monedas oficiales, así como a otros criptoactivos como Bitcoin, Ethereum o tokens de utilidad. Al mismo tiempo, el reglamento no se aplica a instrumentos financieros regulados por MiFID II, tokens NFT únicos (excepto en sus formas fraccionadas), tokens de uso limitado, monedas digitales de bancos centrales y criptoactivos emitidos por autoridades públicas.
El régimen supervisor español en el ámbito de MiCA prevé la distribución de funciones entre la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España. La CNMV es responsable de supervisar a la mayoría de los proveedores de servicios de criptoactivos, mientras que el Banco de España supervisa la emisión de tokens respaldados por activos y dinero electrónico, desempeñando funciones de supervisión y sanción. MiCA introduce la licencia obligatoria para proveedores de servicios de criptoactivos (CASP). A partir de 2025, la prestación de servicios de criptoactivos solo será posible con la autorización de autoridades competentes como la CNMV. Hasta el final del período de transición establecido por España hasta el 30 de diciembre de 2025, las organizaciones registradas conforme a la normativa nacional, principalmente en el registro AML del Banco de España, podrán continuar operando. Tras este período, todas las empresas que deseen operar en España o utilizar el régimen de pasaporte europeo deberán obtener una licencia CASP de acuerdo con MiCA.
El reglamento establece estrictos requisitos de transparencia y protección del inversor. Los emisores deben publicar white papers con información completa y precisa sobre los criptoactivos emitidos, y los proveedores de servicios deben cumplir con reglas sobre gobernanza corporativa, control interno, ciberseguridad y prevención de blanqueo de capitales. Para garantizar la estabilidad financiera, se introducen requisitos mínimos de capital y fondos de reserva, así como obligaciones de informar a los clientes sobre los riesgos asociados a la alta volatilidad del mercado, la ausencia de sistemas de compensación de pérdidas y posibles fallos operativos. MiCA exige a los emisores y proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) obtener licencias y cumplir con requisitos de gobernanza corporativa, transparencia, protección del consumidor y manipulación del mercado. Las disposiciones clave incluyen la obligación de proporcionar a los clientes información precisa y completa sobre los tokens, la introducción de estándares para combatir el uso de información privilegiada y la manipulación de precios, y la separación obligatoria de los activos de clientes y corporativos. Así, MiCA establece por primera vez una protección integral para los inversores en el sector cripto a nivel paneuropeo. Otras regulaciones de la UE, en particular DORA y AMLR, son un complemento importante a MiCA. La regulación DORA (Digital Operational Resilience Act) hace obligatorio reforzar la infraestructura digital de las organizaciones financieras, incluidas las empresas de criptomonedas. Requiere pruebas de resistencia periódicas, protocolos de respuesta a incidentes cibernéticos y control sobre la dependencia de proveedores tecnológicos externos. Al mismo tiempo, AMLR y la recién creada Agencia de Prevención de Blanqueo de Capitales (AMLA) introducen medidas más estrictas para controlar el origen de los fondos e identificar clientes, reforzando el sistema de supervisión financiera en el sector cripto. El nuevo conjunto de normas refleja el objetivo estratégico de la UE de no solo legalizar y estructurar el mercado de criptoactivos, sino también convertir a Europa en un centro de innovación financiera responsable y segura. Para las empresas, esto significa mayores requisitos de capital, control interno e informes, pero al mismo tiempo abre la posibilidad de acceder sin restricciones al mercado único europeo a través del régimen de pasaporte de licencias.
España, en particular, a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), obtiene mayores competencias para licenciar y supervisar a los proveedores de servicios de criptoactivos. La CNMV requerirá que los solicitantes demuestren transparencia en su estructura corporativa, gestión cualificada y programas de control interno adecuados. Al mismo tiempo, el Banco de España continuará desempeñando un papel importante en la supervisión de emisores de stablecoins y tokens de dinero electrónico, proporcionando supervisión dual de los segmentos más riesgosos del mercado. La regulación MiCA va acompañada de una mayor atención internacional a los estándares de la UE. Jurisdicciones individuales, incluidos EE. UU., Reino Unido, Suiza, Singapur y Hong Kong, están desarrollando sus propios esquemas de regulación del mercado cripto, pero es Europa la primera en introducir un régimen integral que cubre todos los tipos de criptoactivos, excepto los instrumentos financieros tradicionales, los NFT y las monedas digitales de bancos centrales. Este enfoque podría otorgar al mercado europeo una ventaja estratégica al establecerlo como centro global de regulación de activos digitales. Para las empresas que ya operan en España, MiCA implica que deberán someterse a un proceso de adaptación: revisar sus modelos de negocio, actualizar procedimientos internos AML/KYC, invertir en ciberseguridad y solicitar una licencia CASP. Aquellos que no cumplan con estos requisitos dentro del plazo establecido se verán obligados a cesar sus operaciones. Se presta especial atención a las disposiciones transitorias. Las empresas registradas en el Banco de España como proveedores de servicios de moneda virtual antes del 30 de diciembre de 2024 conservan el derecho a operar durante el período de transición, pero deben adaptarse a los nuevos requisitos antes de finales de 2025. Los proveedores de servicios no cubiertos previamente por la Ley 10/2010 deberán someterse a un procedimiento de licencias. MiCA también establece la norma de que las empresas autorizadas en uno de los países de la UE podrán prestar servicios en España utilizando el principio de pasaporte.
La introducción de MiCA marca una transición hacia una etapa más madura de desarrollo para el mercado cripto en España. Las empresas deben prepararse con antelación para las nuevas condiciones: construir un sistema de gobernanza corporativa, desarrollar políticas internas y garantizar la capitalización y transparencia frente a los inversores. Para los usuarios e inversores, la nueva normativa crea un entorno más seguro y predecible, minimizando los riesgos de fraude y abuso, mientras que para las empresas abre la posibilidad de escalar sus actividades a nivel paneuropeo.
La CNMV adopta cinco directrices sobre el desarrollo de las normas MiCA
El 13 de mayo de 2025, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) notificó oficialmente a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) la adopción de cinco directrices que detallan las disposiciones del Reglamento de la UE 2023/1114 sobre mercados de criptoactivos (MiCA). Este paso confirma el compromiso de España de garantizar la aplicación uniforme de las normas MiCA y establecer mecanismos claros de supervisión dentro de su jurisdicción nacional. La CNMV tiene la intención de tener en cuenta estas directrices en su práctica supervisora y monitorizar su implementación por parte de las entidades reguladas, lo que es de gran importancia para todos los proveedores de servicios que trabajan con criptoactivos.
La primera directriz se refiere a los requisitos para evaluar el cumplimiento del cliente y establecer un formato para la presentación periódica de informes sobre operaciones de gestión de carteras de criptoactivos. A diferencia del régimen MiFID, donde la inversión sostenible juega un papel clave, MiCA no contiene disposiciones similares, pero mantiene el principio de análisis sistemático de los datos del cliente. La directriz obliga a los proveedores de servicios a explicar a los clientes los fines de la evaluación de cumplimiento, establecer mecanismos para comprender tanto las particularidades de los criptoactivos como el nivel de conocimiento de los propios inversores, y garantizar que la información se actualice regularmente, al menos cada dos años. Se han establecido requisitos adicionales para las cualificaciones del personal responsable de realizar estas evaluaciones. Esto crea una base para un enfoque más responsable y profesional en la prestación de servicios de asesoramiento y gestión de carteras en el segmento de criptoactivos.
La segunda directriz está dedicada a las políticas y procedimientos en el ámbito de las transferencias de criptoactivos. Requiere que los CASP desarrollen e implementen normas internas completas que cubran el procedimiento para informar a los clientes sobre los términos del servicio, los requisitos para notificar transferencias completadas, tiempos de ejecución y plazos de procesamiento de transacciones. También regula el procedimiento para ejecutar, rechazar o devolver transacciones y establece la responsabilidad directa del proveedor en casos de transferencias no autorizadas o erróneas. Estas disposiciones están orientadas a aumentar la transparencia, reducir el número de disputas con los clientes y fortalecer la confianza en los servicios cripto que operan en España.
La tercera directriz es clave para la clasificación de criptoactivos. Establece un procedimiento claro que permite a los emisores y proveedores de servicios determinar la naturaleza jurídica de un activo y su cumplimiento con los criterios de MiCA. El documento contiene plantillas a completar durante el proceso de clasificación, así como un algoritmo esquemático que permite a las autoridades competentes y a los participantes del mercado determinar si un instrumento es un criptoactivo y si entra dentro del ámbito de MiCA. Si el activo cumple los criterios, la directriz ayuda a determinar si se trata de un token respaldado por activos, un token de dinero electrónico u otro tipo de criptoactivo. Esta herramienta es particularmente importante dada la diversidad de tokens en el mercado y ayudará a minimizar la incertidumbre jurídica.
La cuarta directriz regula el procedimiento de captación de clientes por parte de empresas de terceros países y establece prácticas de supervisión orientadas a prevenir la elusión de las normas MiCA mediante el denominado esquema de iniciativa inversa. Se entiende por iniciativa inversa una situación en la que un cliente contacta de forma independiente con una empresa extranjera para un servicio, y esta utiliza este mecanismo para eludir la necesidad de obtener una licencia en la UE. El documento establece métodos para identificar dichos esquemas y exige que las autoridades supervisoras adopten medidas para prevenirlos. Para España, esto significa un control más estricto sobre las actividades de actores extranjeros y la protección del mercado interno frente a proveedores no regulados.
La quinta directriz se refiere a la infraestructura técnica y seguridad. Establece estándares para el funcionamiento de los sistemas y protocolos de acceso para emisores de criptoactivos y empresas que soliciten admisión a negociación. Los requisitos incluyen garantizar la estabilidad del sistema, la protección frente a accesos no autorizados y la implementación de protocolos de seguridad que cumplan con los estándares europeos. Para los participantes del mercado, esto implica invertir en ciberseguridad, actualizar soluciones de software y crear una infraestructura informática fiable, lo que finalmente contribuye a proteger los intereses de los inversores.
La adopción de las cinco directrices de la CNMV es un paso importante en la adaptación de la legislación española al marco regulatorio paneuropeo MiCA. Para las empresas que operan en España o planean entrar en el mercado, esto significa no solo obtener formalmente una licencia CASP, sino también integrar los nuevos estándares de supervisión en sus actividades. El incumplimiento de estos requisitos puede resultar en sanciones del regulador, restricciones en las actividades o revocación de la licencia. España demuestra así un enfoque coherente en la implementación de MiCA, equilibrando el desarrollo de la industria de criptomonedas y la protección de los inversores. Para las empresas, esto representa tanto un desafío como una oportunidad: por un lado, aumentan los costes de cumplimiento con los nuevos requisitos, pero por otro, se crea un régimen legal único que les permite operar en toda la Unión Europea mediante el régimen de pasaporte.
Reacción del mercado ante la regulación MiCA en España
A partir del 1 de junio de 2026, la Unión Europea se convertirá en la primera jurisdicción global en implementar una regulación integral de todas las actividades relacionadas con criptomonedas. El Reglamento de la UE 2023/1114 sobre mercados de criptoactivos (MiCA) tiene como objetivo proporcionar un marco legal único para el sector de activos digitales, fortalecer la confianza de los inversores y crear condiciones para el desarrollo sostenible de la industria cripto en Europa. España juega un papel especial en el proceso de implementación de MiCA, acelerando su aplicación y fijando la fecha de plena entrada en vigor al 31 de diciembre de 2025, seis meses antes del calendario paneuropeo.
MiCA cubre tres categorías clave de criptoactivos. Estas incluyen tokens de dinero electrónico (EMT), respaldados por moneda fiduciaria y emitidos por instituciones de crédito; tokens referenciados en activos (ART), que mantienen su valor al estar referenciados a activos reales o derechos, incluyendo oro y otras materias primas; y tokens de utilidad, que proporcionan acceso a bienes o servicios y se utilizan a menudo en proyectos blockchain. Sin embargo, la regulación no se aplica a activos como Bitcoin o Ethereum, servicios financieros descentralizados, NFTs, monedas digitales de bancos centrales y criptoactivos emitidos por entidades gubernamentales.
Los objetivos de MiCA son fortalecer la protección del inversor, aumentar la transparencia de las transacciones, crear condiciones equitativas, estimular la innovación y eliminar diferencias entre regímenes regulatorios nacionales. Para España, esto implica consolidar todas las funciones de supervisión en manos de la CNMV, responsable de licenciar y supervisar las actividades de los proveedores de servicios de criptomonedas, mientras que el Banco de España mantiene su papel respecto a stablecoins y tokens de dinero electrónico.
Para las empresas cripto, las implicaciones de la implementación de MiCA son fundamentales. Las plataformas que prestan servicios de compra, venta e intercambio de criptomonedas deben implementar medidas estrictas para proteger los datos de los usuarios y combatir el blanqueo de capitales y las amenazas cibernéticas. Deben garantizar plena transparencia sobre las comisiones y costos asociados a cada transacción. También se aplican cambios significativos al marketing: los exchanges deben divulgar los riesgos del trading y evitar publicidad engañosa. Por otro lado, los servicios descentralizados sin intermediarios aún no están sujetos a MiCA, lo que mantiene incertidumbre para el sector DeFi, para el cual se esperan regulaciones separadas en el futuro.
Las primeras empresas en obtener licencias MiCA ya han aparecido en España. Entre ellas se encuentra Bit2Me, que en 2025 se convirtió en el primer exchange español autorizado por la CNMV, y las plataformas internacionales OKX y Bitvavo, licenciadas en Malta y Países Bajos respectivamente, pero autorizadas para prestar servicios en toda Europa. Junto a ellas, están organizaciones en proceso de obtención de licencia, como Criptan, ya registrada en el Banco de España como VASP y dando pasos para cumplir con las nuevas normas. Tras el 31 de julio de 2026, ningún exchange centralizado que no cumpla con los requisitos de MiCA podrá seguir operando en la Unión Europea. Para los participantes del mercado, esto implica tomar una decisión estratégica: adaptarse a las nuevas normas o abandonar la jurisdicción europea. Los usuarios, a su vez, deben ser conscientes de que trabajar con plataformas no cubiertas por MiCA conlleva mayores riesgos de seguridad y falta de mecanismos adecuados de protección legal.
La regulación MiCA también tiene una dimensión fiscal y de cumplimiento legal. Uno de sus objetivos es reforzar el control estatal sobre el movimiento de criptomonedas y prevenir la evasión fiscal. Otro componente clave es la lucha contra el fraude y las estafas: MiCA exige transparencia en la publicidad, divulgación completa de riesgos y el establecimiento de mecanismos para proteger a los inversores de prácticas desleales, incluyendo el uso de plataformas offshore. Las sanciones por incumplimiento pueden ser administrativas, incluidas multas y revocación de licencia, o penales en casos calificados como delitos según los sistemas legales nacionales.
Antes de la introducción de MiCA, la regulación de criptomonedas en España se basaba en el registro de empresas en el Banco de España para prestar servicios de intercambio y almacenamiento de criptoactivos. Con la transición a MiCA, la CNMV se convertirá en la principal autoridad supervisora, afectando a más de 130 plataformas existentes. Esto permitirá la unificación de normas a nivel europeo y eliminará las diferencias regulatorias entre los países de la UE. La introducción de MiCA ha provocado una reacción mixta entre los participantes del mercado. Los partidarios la consideran un paso necesario para legalizar y proteger el sector, mientras que los opositores señalan el riesgo de intervención estatal excesiva, restricciones a la libertad de los usuarios y mayores barreras para nuevos proyectos. Al mismo tiempo, los inversores experimentados comprenden que una regulación moderada es necesaria para minimizar el caos y el fraude. En última instancia, MiCA se convertirá en la base sobre la que las empresas y usuarios de criptomonedas construirán sus actividades en Europa, proporcionando mayor transparencia y previsibilidad, pero al mismo tiempo limitando el grado de libertad tradicional del sector.
Banco Bilbao Vizcaya Argentaria S.A. – la primera empresa en recibir una licencia MiCA en España
El 5 de marzo de 2025, la CNMV otorgó Banco Bilbao Vizcaya Argentaria S.A. (BBVA) la primera licencia en España de acuerdo con el Reglamento (UE) 2023/1114 sobre mercados de criptoactivos (MiCA). Este evento tiene una importancia simbólica y estratégica para el sector financiero europeo: el banco más grande de España se convirtió en la primera organización en adaptar oficialmente sus actividades al nuevo marco regulatorio de la UE.
El Reglamento MiCA, que entró en vigor en diciembre de 2024, tiene como objetivo crear un espacio legal único para todos los participantes del mercado de criptomonedas en la Unión Europea. La concesión de licencias a proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) se ha convertido en un elemento central de esta reforma. BBVA, que cuenta con experiencia trabajando con criptomonedas en Suiza y Turquía, fue el primero en España en completar el proceso de aprobación y demostrar su cumplimiento con altos estándares de gobernanza corporativa, transparencia y protección del cliente. Una característica distintiva de la decisión de la CNMV fue que las primeras entidades en ser licenciadas no fueron empresas cripto locales, sino estructuras internacionales y bancarias. Así, junto con BBVA, se otorgaron licencias a empresas extranjeras con sede en Malta y Alemania, como OKX, Zillion Bits y otras. Estas organizaciones abarcan una amplia gama de servicios, desde custodia y almacenamiento hasta la gestión de plataformas de negociación de activos digitales.
Al mismo tiempo, el exchange español de criptomonedas Bit2Me, a pesar de haber presentado su solicitud hace un año y estar registrado en el Banco de España como VASP, aún se encuentra en revisión. Este retraso ilustra una situación paradójica: los bancos más antiguos e instituciones financieras internacionales reciben licencias en el menor tiempo posible, mientras que las plataformas cripto locales se ven obligadas a esperar. Esto apunta a la clara preferencia del regulador por estructuras grandes y consolidadas bajo supervisión tradicional frente a empresas que han crecido exclusivamente en el entorno cripto. Al emitir la primera licencia MiCA a BBVA, España fortalece su posición como uno de los principales centros europeos de negocios de criptomonedas. Sin embargo, enfrenta competencia de jurisdicciones con regímenes regulatorios anteriores, como Malta, donde se aprobó la Ley de Activos Financieros Virtuales en 2018, y Alemania, donde BaFin licencia activamente a empresas de criptomonedas.
La concesión de la primera licencia a BBVA subraya la estrategia de precaución de la CNMV y su preferencia por actores con sólida base bancaria y experiencia internacional. Para el mercado español de criptomonedas, esto significa que la fase de licencias masivas aún está por venir, y la regulación MiCA se implementará de manera gradual, comenzando con los actores grandes y estables.
Obtención de una licencia MiCA en España con la ayuda de Regulated United Europe
El Reglamento de la UE 2023/1114 sobre Mercados de Criptoactivos (MiCA), que entró en vigor el 30 de diciembre de 2024, se ha convertido en una herramienta esencial para establecer un marco legal unificado para los activos digitales. Su objetivo principal es proteger a los inversores, aumentar la transparencia y crear un entorno regulatorio estable para las empresas de criptomonedas dentro de la Unión Europea. España implementa sus disposiciones en su totalidad, haciendo que la obtención de una licencia MiCA sea un requisito obligatorio para todos los proveedores de servicios de criptoactivos que operen en el país. La normativa se aplica a emisores de tokens, exchanges de criptomonedas, servicios de custodia y empresas que prestan servicios en el ámbito de los activos digitales. Los proveedores deben registrarse como CASP, cumplir con requisitos de capital mínimo, gobernanza corporativa y control interno, y aplicar medidas de prevención de blanqueo de capitales y protección del cliente. A las empresas previamente registradas en el Banco de España bajo la legislación AML se les ha otorgado un período de transición hasta el 30 de diciembre de 2025, tras el cual solo los CASP licenciados podrán operar. Obtener una licencia MiCA en España requiere una preparación cuidadosa y el cumplimiento de los procedimientos establecidos por la CNMV.
Pasos para obtener una licencia MiCA en España:
- Análisis preliminar del modelo de negocio. La empresa debe determinar qué servicios y tokens entran dentro de MiCA, clasificar correctamente sus productos e identificar riesgos potenciales.
- Constitución de una entidad legal en la UE. Para solicitar la licencia, se debe contar con una entidad legal registrada en uno de los países de la Unión Europea, incluido España.
- Formación de capital. Dependiendo del tipo de servicios, se requiere un capital mínimo de 50.000 a 150.000 €, así como un fondo de reserva equivalente a una cuarta parte de los costes fijos anuales.
- Preparación de la documentación. El paquete incluye descripción de los procesos de negocio, políticas AML/KYC, reglas de gobernanza corporativa, mecanismos de protección del cliente, medidas de gestión de riesgos y un white paper para emisores ART o EMT.
- Implementación de sistemas de control interno. Los CASP deben contar con procedimientos para monitorizar operaciones, prevenir fraudes, proteger datos y garantizar ciberseguridad.
- Formación del personal y designación de responsables. Se requiere personal cualificado con reputación y experiencia suficiente en el sector financiero.
- Presentación de la solicitud a la CNMV. Todos los documentos se envían al regulador, que los evalúa y decide si concede la licencia.
- Supervisión y cumplimiento. Una vez otorgada la licencia, la empresa debe mantener el cumplimiento de los requisitos regulatorios, actualizar periódicamente su documentación y someterse a inspecciones.
MiCA crea nuevas obligaciones para las empresas, pero al mismo tiempo abre el acceso al mercado único europeo mediante el mecanismo de pasaporte de licencias. Esto significa que, una vez obtenida la autorización en España, la empresa puede prestar servicios en otros países de la UE sin tener que pasar por procedimientos separados en cada uno. Dada la escala y complejidad del proceso de licencias, cada vez más empresas recurren a consultores especializados para obtener apoyo. Regulated United Europe proporciona asistencia legal y práctica integral en todas las etapas de obtención de una licencia MiCA en España: desde el análisis preliminar del modelo de negocio y la clasificación de tokens, hasta la preparación del conjunto completo de documentos, la interacción con la CNMV y la implementación de políticas internas. Este enfoque minimiza el riesgo de rechazo y acelera el proceso de licencias, proporcionando a las empresas un acceso confiable al mercado europeo de servicios cripto regulado.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué es MiCA y por qué es importante para España?
MiCA es el Reglamento (UE) 2023/1114 sobre los mercados de criptoactivos, que entró en vigor el 30 de diciembre de 2024. España lo aplica sin excepciones nacionales, lo que obliga a obtener una licencia a todas las empresas que ofrecen servicios de criptomonedas. Esto garantiza la transparencia y la igualdad de condiciones para empresas e inversores.
¿Quién regula el mercado de criptomonedas en España bajo MiCA?
La principal autoridad es la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es responsable de otorgar licencias y supervisar a los proveedores de servicios de criptoactivos. El Banco de España ( ) supervisa a los emisores de monedas estables (EMT) y tokens respaldados por activos (ART).
¿Qué criptoactivos regula MiCA?
El reglamento se aplica a los tokens de dinero electrónico (EMT), los tokens respaldados por activos (ART), así como a criptomonedas como Bitcoin, Ethereum y los tokens de utilidad.
¿Qué activos no están cubiertos por MiCA?
MiCA no cubre instrumentos financieros tradicionales, NFT (excepto las formas fraccionarias y fungibles), monedas digitales emitidas por bancos centrales ni criptoactivos de uso limitado.
¿Qué categorías de licencias CASP están disponibles en España?
Según el tipo de servicio, existen tres categorías:
– Básica: desde 50.000 € de capital (consultoría, transmisión de órdenes, gestión de cartera);
– Ampliada: desde 125.000 € (almacenamiento e intercambio de criptomonedas);
– Completa: desde 150.000 € (todos los servicios, incluida la plataforma de negociación).
¿Cuáles son los requisitos de capital y reservas?
Las empresas deben mantener un capital mínimo y un fondo de reserva equivalente al menos al 25 % de sus costes fijos anuales. En el caso de las empresas de nueva creación, el cálculo se basa en los costes proyectados para el primer año.
¿Qué gastos se tienen en cuenta al calcular las reservas?
Los gastos fijos incluyen salarios, alquileres, infraestructura informática, seguros y amortización. Se excluyen los gastos variables y extraordinarios.
¿Se puede utilizar un seguro en lugar de parte de las reservas?
Sí, especialmente para pequeñas empresas, se permite la cobertura del seguro para cumplir con los requisitos de MiCA, aunque estas soluciones aún son limitadas en el mercado español.
¿Cuál es el periodo de transición en España?
España ha establecido un periodo de transición reducido hasta el 30 de diciembre de 2025. Las empresas registradas en el Banco de España como VASP a finales de 2024 podrán seguir operando hasta esa fecha, pero deberán obtener una licencia MiCA para continuar operando.
¿Qué ocurrirá tras la finalización del periodo de transición?
Desde principios de 2026, todas las empresas que operan en el sector de las criptomonedas en España deberán contar con una licencia MiCA. Será imposible operar sin ella.
¿Cuáles son las obligaciones de los emisores de ART y EMT?
Los emisores deben publicar documentos oficiales (libros blancos) que revelen las garantías, los riesgos y las condiciones del token. A partir de finales de 2025, dichos documentos deberán cumplir con un formato uniforme establecido por la Comisión Europea.
¿Cómo funciona el proceso de obtención de licencias en España?
La empresa debe registrar una entidad legal en la UE, preparar un conjunto completo de documentos (AML/KYC, gobierno corporativo, descripción del modelo de negocio, medidas de protección del cliente) y presentar una solicitud a la CNMV, que toma la decisión final.
¿Pueden las empresas extranjeras obtener una licencia MiCA en España?
Sí, si tienen una entidad legal en la UE. En este caso, una licencia obtenida en España les permite prestar servicios en toda la UE gracias al mecanismo de pasaporte.
¿Existe el principio de "denegación tácita" en España?
No. La CNMV está obligada a considerar cada solicitud y emitir una resolución oficial dentro del plazo establecido, lo que elimina la inseguridad jurídica para las empresas.
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