Mica Knowledgebase

Base de conocimientos de MiCA

Los abogados de Regulated United Europe publican regularmente materiales analíticos y reseñas de expertos sobre la legislación europea relacionada con las criptomonedas y los activos digitales. El objetivo principal del blog es mantener a los clientes y lectores informados sobre las últimas tendencias, los cambios normativos inminentes y las implicaciones prácticas de MiCA, AMLD5, DORA y otras legislaciones que afectan al sector de las criptomonedas dentro de la Unión Europea.

Todos los materiales publicados están organizados por temas, lo que permite a los lectores encontrar rápidamente información sobre licencias, fiscalidad, tokenización, emisión de monedas estables, regulación de contratos inteligentes y adquisición de licencias MiCA en jurisdicciones específicas.

Cada artículo ofrece una visión general concisa pero significativa de las disposiciones clave de la legislación europea y nacional, junto con comentarios de los especialistas de Regulated United Europe sobre el impacto de las nuevas normas en las prácticas comerciales de las empresas de criptomonedas, los inversores y los intermediarios financieros. Esta sección permite a los clientes recibir actualizaciones oportunas sobre los cambios legislativos, evaluar los riesgos y planificar las medidas de cumplimiento futuras.

Así, el blog de la empresa sirve como fuente fiable de información analítica para los empresarios que planean desarrollar proyectos criptográficos en Europa, ayudándoles a comprender cómo la legislación sobre activos digitales da forma a las nuevas normas del mercado.

Información general sobre las licencias MiCA

MiCA Knowledge Base

Requisitos para obtener una licencia MiCA en Europa

El Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) se ha convertido en la base de un enfoque unificado de la UE para regular el mercado de criptoactivos y los servicios relacionados. El objetivo es crear un entorno regulatorio transparente y seguro que garantice la protección de los inversores, la estabilidad de los mercados financieros y la innovación en el sector digital.

El MiCA proporciona seguridad jurídica a las empresas que trabajan con criptoactivos, al tiempo que previene los riesgos relacionados con el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. El reglamento se aplica a las personas jurídicas y físicas que emiten, ofrecen públicamente o admiten criptoactivos para su negociación, así como a quienes prestan servicios relacionados con su circulación en los Estados miembros de la UE.

Esto incluye a los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP), como los operadores de plataformas de negociación, las plataformas de intercambio de criptoactivos, los servicios de custodia, los gestores de carteras y los asesores.

El reglamento divide los criptoactivos en tres categorías principales:

  1. Otros criptoactivos que no están clasificados como tokens referenciados a activos (ART) o tokens de dinero electrónico (EMT). No se requiere autorización, pero los emisores deben publicar un libro blanco en el que se describa el token y los riesgos asociados.
  2. Los ART (tokens referenciados a activos) son tokens cuyo valor está vinculado a varios activos o divisas.
    Estos requieren autorización y el cumplimiento de normas estrictas.
    Los tokens de dinero electrónico (EMT) son tokens respaldados por una única moneda oficial, similares al dinero electrónico, que están sujetos a licencia y control.
    Las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), determinados NFT y algunos instrumentos financieros tradicionales quedan excluidos del MiCA.Para obtener una licencia MiCA, las empresas deben cumplir varios requisitos:

    • Deben estar registradas en un Estado miembro de la UE y mantener una oficina física con al menos un director residente en la UE.
    • También deben solicitar la autorización a la autoridad reguladora nacional.
    • Además, deben establecer sistemas de gobernanza, controles internos, gestión de riesgos y tramitación de reclamaciones.
    • También deben cumplir los requisitos de capital, especialmente los emisores de ART y EMT.
    • También deben aplicar procedimientos AML/KYC.
    • Garantizar la seguridad informática y la protección de datos.
    • Proporcionar información transparente sobre los servicios, los riesgos y los modelos de negocio.

    Los emisores también deben publicar un libro blanco que describa detalladamente el proyecto y sus características jurídicas.

    El reglamento MiCA fue presentado por primera vez por la Comisión Europea en septiembre de 2020, adoptado oficialmente en abril de 2023 y actualmente se está introduciendo de forma gradual. Las disposiciones sobre las monedas estables entraron en vigor el 30 de junio de 2024, y su plena aplicación está prevista para el 30 de diciembre de 2024. El período de transición se prolongará hasta mediados de 2026.

    En resumen, MiCA establece normas claras y unificadas para todos los participantes en el mercado de criptomonedas dentro de la UE. Su aplicación sienta las bases para un crecimiento sostenible en el sector de los activos digitales, aumenta la confianza de los inversores y fomenta la innovación en tecnología financiera, al tiempo que garantiza la transparencia y la fiabilidad del mercado europeo de criptomonedas.

    La normativa MiCA abarca diversas áreas de actividad

    Normativa MiCA para proveedores de servicios de criptoactivos (CASP)
    La normativa MiCA establece normas uniformes de la Unión Europea para los servicios relacionados con los criptoactivos, creando un marco jurídico en el que los CASP pueden operar en los países de la UE. Un CASP se define como una entidad jurídica o empresa que presta uno o varios tipos de servicios profesionales relacionados con los criptoactivos, como la custodia, el intercambio (cripto a fiat o cripto a cripto), las plataformas de negociación, la gestión de carteras, la consultoría, la transmisión de órdenes y otros.

    Según el reglamento, los CASP deben obtener la autorización de la autoridad nacional competente de un Estado miembro de la UE y cumplir los requisitos destinados a proteger a los clientes, aumentar la transparencia y reducir los riesgos sistémicos. Los principales requisitos incluyen la aplicación de medidas contra el blanqueo de capitales (AML) y la financiación del terrorismo (CFT), la realización de procedimientos de identificación de clientes (KYC), la organización de la gestión de riesgos (operativos, tecnológicos y relacionados con el mercado), la garantía de la seguridad de la información y la presentación de informes y la divulgación periódica de la actividad a las autoridades reguladoras. Los requisitos organizativos incluyen tener una entidad jurídica con domicilio social y al menos un director residente en la UE, establecer un sistema de gobierno corporativo y contar con políticas internas, procedimientos de gestión de reclamaciones y sistemas de continuidad del negocio y de respuesta a incidentes. Se pueden imponer requisitos de capital más elevados y otras condiciones adicionales para determinadas categorías de servicios o activos.

    La autorización como CASP proporciona acceso al mercado único europeo: una vez obtenida la licencia en un país de la UE, los servicios pueden prestarse en otros Estados miembros en virtud del principio de «pasaporte», sin necesidad de obtener una licencia separada en cada uno de ellos. Esto supone una ventaja competitiva significativa para las empresas que desean ampliar sus actividades dentro de la UE. Para los clientes e inversores, la autorización CASP en virtud de la MiCA es un indicador de confianza y de cumplimiento de unas normas reglamentarias estrictas. Sin embargo, el cumplimiento de los requisitos de la MiCA requiere una inversión significativa en infraestructura interna, apoyo jurídico, procedimientos de cumplimiento y soluciones tecnológicas. La no obtención de la autorización o el incumplimiento de los requisitos puede dar lugar a restricciones de acceso al mercado de la UE, multas y riesgos para la reputación.

    En la práctica, es evidente que los reguladores nacionales están reforzando gradualmente su supervisión de los CASP, en particular de aquellos con un impacto significativo en el mercado. Esto pone de relieve que la normativa MiCA no solo implica la obtención de una licencia, sino también estar preparado para una regulación constante, la supervisión y el cumplimiento de los requisitos. Por lo tanto, si el modelo de negocio de una empresa implica la prestación de servicios de criptoactivos en la UE, la elección de una jurisdicción, la preparación para la autorización y el establecimiento de una estructura interna deben considerarse un paso estratégicamente importante. Solo con una preparación exhaustiva, que incluya la debida diligencia legal, el apoyo tecnológico y la preparación para la supervisión continua, un CASP puede operar con éxito dentro del marco legal europeo.

    Regulación MiCA para criptoactivos

    El reglamento MiCA es la iniciativa legislativa y jurídica más importante de la Unión Europea destinada a regular las operaciones con criptoactivos. Crea un marco jurídico para el sector de los activos digitales, incluida la emisión de tokens, su custodia, negociación y uso, que forma parte de la estrategia global de la UE para la digitalización del sector financiero. Los objetivos principales del reglamento son establecer normas uniformes para los criptoactivos, mitigar los riesgos para los consumidores e inversores, eliminar las lagunas jurídicas y fomentar la innovación en el sector financiero.

    El MiCA abarca una amplia gama de aspectos relacionados con los criptoactivos e introduce una clasificación clara de los activos. Entre ellos se incluyen los tokens referenciados a activos (por ejemplo, los vinculados a una cesta de divisas o materias primas), las stablecoins respaldadas por moneda fiduciaria y los tokens de utilidad que dan acceso a determinados bienes o servicios. Cada categoría tiene sus propios requisitos específicos en materia de emisión, gestión y liquidez. El reglamento impone obligaciones estrictas a los emisores de tokens y a los proveedores de servicios de criptoactivos. Las empresas que trabajan con criptoactivos deben registrarse y obtener licencias de las autoridades nacionales de supervisión pertinentes, lo que se aplica en particular a las plataformas de intercambio, las carteras y las plataformas de intercambio de tokens. Los emisores deben proporcionar a los inversores información completa sobre la naturaleza de los tokens, los riesgos asociados y los mecanismos de protección mediante la publicación de los denominados libros blancos. El reglamento también introduce normas de gestión de riesgos, incluida la protección contra ciberataques, la garantía de liquidez y la protección de los activos de los usuarios. El reglamento también aborda las normas medioambientales, fomentando el uso de tecnologías eficientes desde el punto de vista energético, como la prueba de participación.

    El MiCA tendrá un impacto significativo en el desarrollo de la industria de las criptomonedas en Europa. Establece normas transparentes que contribuyen a la legitimación de los criptoactivos y a su integración en el sistema financiero tradicional. Esto crea nuevas oportunidades para atraer inversiones institucionales y ampliar el ecosistema de activos digitales. Sin embargo, el cumplimiento de la normativa requiere un esfuerzo considerable, que incluye la adaptación de los modelos de negocio, la inversión en infraestructura y la garantía de apoyo jurídico y operativo. Dado que la normativa se aplica a nivel nacional bajo la coordinación de las autoridades supervisoras europeas, existen ciertas diferencias en la forma en que se aplica la MiCA en los distintos países. Esto requiere que las empresas adopten un enfoque estratégico para el lanzamiento y la gestión de proyectos. En general, la MiCA establece normas uniformes para todos los participantes en el mercado de criptoactivos dentro de la UE. La aplicación de esta normativa sienta las bases para el desarrollo sostenible del sector de los activos digitales, aumenta la confianza de los inversores y estimula la innovación, al tiempo que garantiza la transparencia y la fiabilidad de las empresas de criptomonedas que operan dentro del marco jurídico europeo.

    Regulación MiCA para las criptomonedas

    Representa un paso significativo de la Unión Europea en la creación de un marco jurídico unificado para las criptomonedas y los activos digitales relacionados. Su objetivo es regular las criptomonedas, proteger los intereses de los consumidores, prevenir los riesgos financieros y estimular la innovación en la economía digital. A diferencia de las monedas estables, las criptomonedas son activos digitales no vinculados a un activo subyacente específico. Su valor viene determinado por la oferta y la demanda, lo que las hace más susceptibles a la volatilidad. MiCA tiene por objeto establecer un entorno seguro y transparente en el que se puedan utilizar las criptomonedas.

    Las principales disposiciones del reglamento relativas a las criptomonedas incluyen una clasificación clara de los criptoactivos: las criptomonedas se definen como activos no vinculados a una moneda fiduciaria u otro activo subyacente. Esto permite a los reguladores establecer requisitos específicos para las criptomonedas, a diferencia de las monedas estables. Las empresas que prestan servicios relacionados con las criptomonedas, incluida la custodia de activos, el intercambio y la gestión de plataformas, deben obtener una licencia del regulador nacional. Este requisito tiene por objeto garantizar la fiabilidad y la transparencia de sus actividades.

    Todos los emisores y proveedores de servicios deben revelar a los usuarios toda la información sobre la criptomoneda, incluidas sus características técnicas, riesgos y condiciones de uso. La MiCA también exige el cumplimiento de las normas contra el blanqueo de capitales (AML) y la financiación del terrorismo (CFT), incluida la diligencia debida con respecto al cliente (CDD) y la supervisión de las transacciones para detectar actividades sospechosas. Para reducir la volatilidad y prevenir los riesgos sistémicos, el reglamento introduce requisitos para la gestión de los riesgos operativos y tecnológicos: los proveedores de servicios deben utilizar sistemas de seguridad y supervisión fiables. Además, el reglamento prevé la protección de los consumidores, obligando a los proveedores de servicios a devolver los fondos a los usuarios en caso de fallos técnicos, ciberataques u otras circunstancias imprevistas.

    La MiCA establece medidas especiales para las criptomonedas que alcanzan un nivel significativo de uso y poder de mercado. Dichas criptomonedas están sujetas a una supervisión reforzada para minimizar las amenazas a la estabilidad financiera.

    La adopción de MiCA aporta importantes beneficios al mercado de las criptomonedas. En primer lugar, la normativa proporciona seguridad jurídica y reduce el riesgo para los inversores. En segundo lugar, crea nuevas oportunidades para el crecimiento empresarial y la integración de las criptomonedas en el sistema financiero tradicional. En tercer lugar, MiCA estimula la innovación al garantizar la protección de los consumidores y la transparencia de las transacciones.

    En general, la aplicación de la MiCA marca una nueva etapa en el desarrollo del sector de las criptomonedas en Europa. La normativa sienta las bases para una circulación estable, segura y competitiva de las criptomonedas, lo que contribuye al crecimiento de la economía digital y refuerza la posición de Europa en el mercado mundial de la tecnología financiera. Establece normas uniformes para los participantes en el mercado de las criptomonedas dentro de la UE, lo que aumenta la confianza de los inversores, estimula la innovación y garantiza la transparencia y la fiabilidad de las empresas de criptomonedas que operan dentro del marco jurídico europeo.

    Regulación MiCA para carteras de custodia

    El Reglamento sobre mercados de criptoactivos (MiCA) establece requisitos específicos para los proveedores de soluciones de carteras de custodia dentro de la Unión Europea. Una cartera de custodia se define como un servicio que almacena los criptoactivos de los clientes, gestiona el acceso a los fondos y proporciona la infraestructura técnica para almacenar estos activos y realizar transacciones en nombre de los usuarios. En virtud del MiCA, estos servicios se clasifican como «proveedores de servicios de criptoactivos» (CASP), lo que significa que sus actividades están reguladas.

    Para operar legalmente en la UE, una organización o empresa que preste servicios de monederos de custodia debe estar registrada o tener una entidad jurídica en uno de los Estados miembros de la Unión, disponer de un lugar físico de actividad y nombrar al menos a un director residente en la UE. El siguiente paso es presentar una solicitud de autorización a la autoridad nacional de supervisión y establecer un sistema de gestión interna que comprenda el gobierno corporativo, la gestión de riesgos, los mecanismos de respuesta a incidentes y las políticas de cumplimiento y reclamaciones.

    La aplicación de la MiCA a los monederos de custodia se centra principalmente en la seguridad de los activos y la protección de los derechos de los clientes. Los operadores están obligados a aplicar medidas técnicas y organizativas, como el cifrado, la autenticación multifactorial, la protección contra ciberataques, las copias de seguridad y el control de acceso, así como procedimientos internos para responder a fugas de datos u otras amenazas. También deben elaborar y aplicar documentación interna, como políticas, instrucciones para los empleados, informes y supervisión.

    La elección de la jurisdicción es importante. Para los servicios de custodia, se recomiendan países con un marco regulatorio flexible pero sólido, en los que se supervisa la concesión de licencias y es posible obtener el «pasaporte» de servicios en toda la UE tras recibir la autorización. La explotación de servicios de carteras de custodia en el marco de la MiCA requiere un apoyo a largo plazo. Tras obtener la licencia, es necesario cumplir continuamente los requisitos, supervisar los cambios legislativos y adaptar los procesos. Esto significa que el operador debe invertir en infraestructura, proporcionar formación continua al personal y estar preparado para colaborar con las autoridades supervisoras.

    Por lo tanto, entrar en el mercado de la UE con servicios de almacenamiento de criptoactivos de custodia implica importantes obligaciones en materia de seguridad, regulación y gestión. Sin embargo, para aquellos que estén preparados para ello, MiCA abre oportunidades para ampliar las actividades, demostrar la confianza de los clientes y cumplir con los altos estándares de la regulación europea.

    Regulación MiCA para tokens referenciados a activos (ART)

    El Reglamento (UE) 2023/1114 sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) introduce normas específicas para los denominados «tokens referenciados a activos» (ART). Un ART se define como un criptoactivo que tiene por objeto mantener un valor estable al estar vinculado a una o varias monedas oficiales, materias primas, otros criptoactivos o una combinación de estos. Los emisores de ART deben estar legalmente establecidos en un Estado miembro de la Unión Europea y obtener la autorización de la autoridad nacional competente si tienen la intención de realizar una oferta pública de dichos tokens o admitirlos a cotización en una plataforma. En el caso de los emisores que sean entidades de crédito, los requisitos de autorización pueden diferir, aunque la obligación de notificar a la autoridad supervisora sigue siendo una característica clave.

    Las principales obligaciones de los ART incluyen la preparación y publicación de un libro blanco que revele información sobre la naturaleza del token, los mecanismos de estabilización, la estructura de reservas y los derechos de los titulares; el mantenimiento de reservas de activos suficientes para cubrir las obligaciones relacionadas con los tokens; la aplicación de procedimientos internos de gestión de riesgos y liquidez; y la garantía de que los titulares puedan canjear los tokens en los casos previstos en la MiCA.

    El reglamento prevé un período transitorio: las normas MiCA para los ART comenzaron a aplicarse a partir del 30 de junio de 2024, lo que significa que los emisores de tokens que entran en esta categoría tenían que obtener una autorización o, en el caso de los tokens emitidos anteriormente, presentar una solicitud para obtenerla antes de la fecha especificada. El incumplimiento de estos requisitos puede dar lugar a la prohibición de la oferta pública de un token específico dentro de la UE o a la imposición de otras sanciones.

    Por lo tanto, si un proyecto implica la emisión de tokens vinculados a una cesta de activos, divisas u otras criptomonedas, y está destinado a un público o mercado de la UE, el cumplimiento de la MiCA debe incorporarse a su estructura con antelación. Esto significa que la preparación jurídica, la elección de la jurisdicción, la creación de mecanismos organizativos, las reservas y la divulgación de información son parte integrante de la estrategia para lanzar ART en la UE.

    Regulación MiCA para tokens de dinero electrónico (EMT)

    Gracias a su alcance internacional, la empresa ha adquirido una experiencia única en el trabajo con empresas de diversos tamaños y sectores. Esto le permite ofrecer a sus clientes soluciones prácticas que se ajustan a los requisitos normativos europeos.

    Los clientes de Regulated United Europe son empresas internacionales que planean entrar en el mercado de la Unión Europea con el fin de ampliar su base de clientes, reforzar la confianza entre sus socios y optimizar su situación fiscal. La necesidad de trabajar con RUE suele surgir de la necesidad de obtener un estatus jurídico europeo, acceder a las instituciones financieras de la UE y operar legalmente con criptoactivos, servicios digitales o productos de inversión.

    Reglamento MiCA para contratos inteligentes

    El reglamento MiCA establece un marco jurídico para los criptoactivos y los contratos inteligentes dentro de la Unión Europea. Su objetivo es garantizar la fiabilidad, la transparencia y la protección de los usuarios de estos activos y contratos. Un contrato inteligente es un acuerdo programable que se ejecuta en una plataforma blockchain sin intermediarios cuando se cumplen unas condiciones predefinidas. Esta tecnología está cada vez más extendida en los servicios financieros, la gestión de activos digitales, los seguros y el sector público. Sin embargo, también conlleva riesgos jurídicos, técnicos y operativos.
    MiCA introduce requisitos específicos para los contratos inteligentes, principalmente en relación con la divulgación y la seguridad. Los desarrolladores de contratos inteligentes deben proporcionar el código fuente y la documentación detallada para que las partes interesadas puedan evaluar la funcionalidad y la resiliencia del software. Este nivel de transparencia refuerza la confianza en la tecnología. También deben aplicarse medidas de protección contra los ciberataques y la manipulación, incluidas auditorías periódicas y el uso de algoritmos probados para garantizar la resiliencia del sistema frente a influencias externas.
    Otra consideración importante es la importancia jurídica de los contratos inteligentes, que deben estructurarse de manera que su ejecución sea reconocida como válida en los sistemas jurídicos de los Estados miembros de la UE. En este contexto, MiCA hace hincapié en la necesidad de incluir mecanismos para detener o ajustar la ejecución de un contrato inteligente en caso de errores, incumplimiento de las condiciones u otras circunstancias imprevistas. Los desarrolladores y operadores de contratos inteligentes son responsables de compensar a los usuarios por las pérdidas financieras causadas por el software.
    Para los proyectos que utilizan contratos inteligentes y trabajan con criptoactivos, el cumplimiento de los requisitos de MiCA requiere importantes recursos y esfuerzos, como la preparación de documentación técnica y jurídica completa, la realización de auditorías y la adaptación de la infraestructura para cumplir los requisitos de seguridad y gestión de riesgos. Sin embargo, al mismo tiempo, la regulación crea un entorno favorable para los usuarios e inversores, abriendo nuevas oportunidades para la integración de los contratos inteligentes en los modelos de negocio tradicionales.
    En última instancia, la MiCA desempeña un papel clave en el establecimiento de un entorno jurídico equilibrado en el que las innovaciones en materia de contratos inteligentes puedan prosperar con normas claras y un alto nivel de protección. Esto permitirá que los contratos inteligentes se conviertan en una herramienta fiable para la automatización y la digitalización de los procesos económicos.

    Regulación MiCA para tokens no fungibles (NFT)

    El Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) establece consideraciones específicas para los NFT, pero el principio fundamental es que el régimen general del MiCA no se aplica a los tokens verdaderamente únicos e irreemplazables. Sin embargo, si un NFT o una colección de NFT pierde su singularidad y funciona en la práctica como un criptoactivo fungible, puede entrar en el ámbito de aplicación del reglamento.
    Los NFT son activos digitales registrados en un libro mayor distribuido que confirman la propiedad u otros derechos sobre un objeto, ya sea digital o físico. Su característica clave es la singularidad: cada token tiene características distintivas y no puede ser sustituido por otro token. El preámbulo del MiCA establece que los criptoactivos que son únicos e insustituibles, incluidos el arte digital y los objetos de colección cuyo valor viene determinado por sus propiedades individuales y su utilidad para el propietario, no entran en el ámbito de aplicación del reglamento.
    Sin embargo, si los NFT se emiten como colecciones a gran escala o se someten a fraccionamiento, lo que da lugar a que los tokens sean intercambiables o otorguen derechos idénticos a todos los titulares, pueden clasificarse como criptoactivos ordinarios. En este caso, el emisor y el operador de la plataforma estarían sujetos a los requisitos de la MiCA, incluida la obligación de divulgar información, conceder licencias a los proveedores de servicios y cumplir los procedimientos de lucha contra el blanqueo de capitales y de identificación de los clientes.
    Esto significa que los emisores y los operadores de plataformas que trabajan con NFT deben realizar una evaluación jurídica detallada de la naturaleza del token. Es importante determinar si el token es verdaderamente único o forma parte de una serie o colección en la que es posible la fungibilidad. Si el token es único, la MiCA no le impone requisitos específicos; sin embargo, esto no excluye la aplicación de otros regímenes normativos. Por ejemplo, si un NFT confiere derechos para recibir ingresos, participar en un proyecto o compartir beneficios, podría clasificarse como un instrumento financiero, lo que podría entrar en el ámbito de aplicación de la Directiva sobre mercados de instrumentos financieros (MiFID) y, en determinados casos, de la normativa sobre dinero electrónico o servicios de pago.
    Por lo tanto, la regulación de los NFT en virtud de la MiCA es flexible y se basa en el contexto. La norma principal es que los tokens únicos no están regulados por esta ley. Sin embargo, dependiendo de su estructura y funcionalidad, pueden clasificarse como criptoactivos y entrar en el ámbito de aplicación de la MiCA. Esto requiere que los desarrolladores y emisores lleven a cabo una preparación jurídica exhaustiva, analicen su modelo de negocio y posicionen adecuadamente sus productos, con el fin de evitar infringir los requisitos reglamentarios al entrar en el mercado europeo.

    Regulación MiCA para las stablecoins

    El Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) establece normas claras para la circulación de stablecoins dentro de la Unión Europea, estableciendo el marco regulatorio para su emisión, circulación y uso. Las stablecoins son criptoactivos cuyo valor está vinculado a activos subyacentes específicos, como monedas fiduciarias, materias primas o cestas de activos. Esto garantiza la estabilidad de los precios, lo que las hace atractivas para los pagos, el almacenamiento de valor y las inversiones.
    Dentro de MiCA, se clasifican dos tipos principales de stablecoins. El primer tipo son los tokens referenciados a activos (ART), cuyo valor está vinculado a varios activos, monedas o cestas de materias primas. El segundo tipo son los tokens de dinero electrónico (EMT), que están vinculados a una única moneda oficial, como el euro o el dólar estadounidense. Ambos tipos están sujetos a una estricta regulación, que incluye la concesión de licencias a los emisores, la reserva obligatoria, la divulgación de información y la protección de los titulares.
    Los emisores de monedas estables deben obtener la autorización del regulador nacional del Estado miembro de la UE correspondiente. También deben detallar su modelo de negocio, los mecanismos utilizados para el respaldo y la gestión de riesgos, y proporcionar una descripción del modelo de emisión, las reservas y las estructuras de garantía. Las reservas deben mantenerse en activos líquidos y seguros, como depósitos bancarios o bonos del Estado con un riesgo crediticio mínimo. Esto garantiza que los titulares puedan canjear los tokens en cualquier momento.
    El reglamento también hace hincapié en la transparencia y la protección de los consumidores: los emisores deben publicar periódicamente datos sobre la composición de las reservas, los resultados de las auditorías y los cambios en el respaldo. Además, se concede a los titulares el derecho a canjear los tokens por su valor nominal, así como el acceso a un mecanismo de compensación en caso de incumplimiento del emisor o pérdida de liquidez. Para los emisores cuyas actividades puedan tener un efecto sistémico significativo —por ejemplo, las stablecoins a gran escala con alta circulación—, la MiCA establece una supervisión reforzada en forma de requisitos de capital más estrictos, obligación de informar, control de riesgos e integración en los sistemas de pago de la UE. Así, el reglamento tiene por objeto proteger a los usuarios y reducir los riesgos sistémicos para la estabilidad financiera.
    La aplicación de la MiCA en el ámbito de las monedas estables abre nuevas oportunidades para los emisores, entre ellas la seguridad jurídica, el acceso al mercado único de la UE y una mayor confianza por parte de los inversores institucionales y los usuarios. Sin embargo, el cumplimiento de la normativa requiere un esfuerzo considerable, que incluye la preparación de la documentación jurídica, la aplicación de la gestión de riesgos, la garantía de las reservas, la interacción con los reguladores y el seguimiento continuo de los cambios normativos. Por lo tanto, las empresas que tengan previsto emitir monedas estables en Europa deben elegir de antemano una jurisdicción adecuada, preparar la estructura correspondiente y formular políticas de reserva, divulgación y protección de los titulares. El incumplimiento de estas normas puede dar lugar a la imposibilidad de emitir o operar legalmente con un token en el mercado de la UE.
    En general, la MiCA marca una nueva etapa en la regulación de los criptoactivos: las stablecoins que operan de conformidad con la normativa ganan legitimidad y una base estable para su desarrollo. Esto contribuye a su integración en el ecosistema financiero europeo y refuerza la confianza entre los participantes en el mercado.

    Regulación MiCA para tokens

    El Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) establece normas uniformes para la emisión y circulación de tokens dentro de la Unión Europea, incluidos los tokens de utilidad, los tokens referenciados a activos y otros tipos de activos digitales. El objetivo es crear un entorno jurídico transparente y predecible para los proyectos de tokens, reforzar la protección de los titulares y eliminar las lagunas legislativas en el ámbito de los criptoactivos.
    Los tokens sujetos a la MiCA deben cumplir una serie de requisitos. El emisor debe registrarse u obtener una autorización en el Estado miembro de la UE correspondiente, garantizar una estructura de gobernanza y control interno adecuada, y preparar y publicar documentación técnica y jurídica (normalmente un libro blanco) en la que se revelen las características clave del token, su mecanismo de funcionamiento, los derechos de los usuarios, los riesgos y el modelo de negocio. Dependiendo del tipo de token, pueden aplicarse requisitos adicionales en materia de reservas de activos, provisión de liquidez, controles de seguridad y protección de datos.
    La elección de la jurisdicción es una de las decisiones estratégicas más importantes. Los diferentes países de la UE están aplicando la MiCA a ritmos diferentes y tienen enfoques distintos en cuanto a la concesión de licencias y la supervisión de los proyectos de tokens. Algunas jurisdicciones se consideran más favorables para las empresas emergentes debido a la simplificación de los procedimientos o a la mayor flexibilidad de los regímenes.
    La MiCA abre nuevas oportunidades para los proyectos de tokens: la seguridad jurídica hace que estos proyectos sean más atractivos para los inversores y socios, lo que les permite expandirse por los mercados de la UE y reducir los riesgos legales. Sin embargo, el cumplimiento de la normativa requiere importantes recursos, como la documentación del proyecto, la aplicación de procedimientos de gestión de riesgos, la supervisión, el cumplimiento de los requisitos de protección de datos y la interacción con las autoridades de supervisión.
    Así, MiCA establece una norma clara para los proyectos de tokens en el mercado europeo, que exige a los emisores y a las plataformas adoptar un enfoque global para el lanzamiento y el apoyo de los tokens, desde la elección de una jurisdicción y la preparación de una estructura, hasta la divulgación de información, la gestión de riesgos y la supervisión continua de los cambios en el entorno normativo.

    Regulación MiCA para la minería

    El Reglamento (UE) 2023/1114, más conocido como Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA), también abarca las actividades de minería de criptomonedas, principalmente desde el punto de vista de la sostenibilidad, la transparencia y el cumplimiento de los requisitos medioambientales. La minería consiste en la creación de nuevos criptoactivos mediante procesos computacionales y libros de contabilidad distribuidos, lo que a menudo implica un consumo energético significativo. El MiCA reconoce que las actividades mineras pueden generar riesgos medioambientales y sistémicos; por lo tanto, el reglamento introduce requisitos para que las empresas dedicadas a la minería proporcionen datos sobre el consumo energético y el impacto medioambiental, y garanticen un modelo de negocio sostenible. En particular, las empresas mineras deben divulgar información sobre el impacto medioambiental de sus actividades, cumplir los principios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa) y utilizar tecnologías más eficientes desde el punto de vista energético.
    Además, el MiCA exige a las organizaciones que realizan actividades mineras que se registren y obtengan una licencia de las autoridades competentes del Estado miembro de la UE en el que operan. Dichas licencias permiten la supervisión, aumentan la transparencia de las operaciones y ayudan a prevenir actividades ilegales o no transparentes en el mercado de las criptomonedas. Para proteger a los inversores y a los participantes en el mercado, las actividades de una empresa deben estar respaldadas por garantías de fiabilidad y estabilidad operativa que reduzcan los riesgos asociados a la minería.
    Así, según la normativa europea, la minería de criptomonedas se convierte en una actividad más formalizada, sujeta a la divulgación obligatoria de información, la verificación de la eficiencia energética, el registro y el cumplimiento de las normas de sostenibilidad. Si bien esto supone requisitos adicionales para los operadores mineros, también abre oportunidades para la integración en el mercado legal y regulado de criptoactivos en Europa.

    Regulación MiCA para las finanzas descentralizadas

    La regulación MiCA abarca una amplia gama de operaciones con criptoactivos y tiene por objeto garantizar la transparencia, la sostenibilidad y la protección de los participantes en el mercado. Un área que recibe especial atención es la financiación descentralizada (DeFi), que consiste en la prestación de servicios financieros a través de aplicaciones de cadena de bloques sin utilizar los intermediarios tradicionales. La DeFi incluye plataformas de préstamo, intercambios de activos, seguros y servicios de inversión que operan a través de contratos inteligentes y protocolos descentralizados.
    Según la MiCA, los proyectos de DeFi pueden estar sujetos al régimen regulatorio como proveedores de servicios de criptoactivos (CASP), incluso en ausencia de un intermediario centralizado. Esto significa que dichos proyectos deben divulgar información sobre su funcionamiento, proporcionando una descripción detallada de los mecanismos de protocolo, los modelos de liquidez, los sistemas de contratos inteligentes y los riesgos reales asociados a la participación de los usuarios. También deben garantizar que están registrados o autorizados por la autoridad competente de un Estado miembro de la UE y establecer un sistema de gestión de riesgos que cubra los riesgos operativos y tecnológicos, la protección de los usuarios y la provisión de reservas de liquidez.
    La MiCA también hace hincapié en la necesidad de cumplir las normas de sostenibilidad, incluido el uso de algoritmos eficientes desde el punto de vista energético y medidas para reducir el impacto medioambiental. En el contexto de las DeFi, esto significa que los proyectos deben tener en cuenta el impacto medioambiental de su infraestructura y promover el uso responsable de la tecnología. Al mismo tiempo, los usuarios de las plataformas DeFi están protegidos por requisitos relativos a los derechos de los participantes, que garantizan la devolución de los fondos, y por mecanismos para responder a fallos en los contratos inteligentes o manipulaciones asociadas al desarrollo de protocolos.
    La transición de los proyectos DeFi al marco MiCA plantea ciertos retos. Entre ellos se incluyen cambios en el modelo de negocio y la arquitectura técnica, la introducción de procedimientos de notificación reglamentarios y la preparación de paquetes de documentación completos, todo lo cual requiere recursos significativos. No obstante, la seguridad jurídica que proporciona MiCA crea oportunidades para que los nuevos proyectos atraigan la participación institucional, crezcan dentro del mercado europeo y aumenten la confianza de los inversores. En algunos casos, surgen modelos híbridos que combinan elementos de las finanzas descentralizadas y centralizadas (CeDeFi), que equilibran las ventajas de la gestión autónoma con el cumplimiento de las condiciones reguladas.
    Teniendo esto en cuenta, los proyectos DeFi que consideren operar dentro de la UE o que impliquen a usuarios europeos deben planificar con antelación su estrategia de cumplimiento de la MiCA, seleccionando la jurisdicción adecuada y llevando a cabo los preparativos legales y técnicos necesarios, así como creando procesos de divulgación, gestión de riesgos y protección de los usuarios. Solo un enfoque integral les permitirá mantener operaciones sostenibles, evitar riesgos normativos y aprovechar eficazmente las ventajas del mercado único europeo de criptoactivos.

    Regulación MiCA para la tokenización

    La regulación MiCA establece un marco legal para la tokenización de activos dentro de la Unión Europea. Se trata de un paso importante en la integración de la tecnología de registro distribuido (DLT) en los sectores económicos tradicionales. La tokenización consiste en convertir activos reales o digitales, como bienes inmuebles, obras de arte, acciones de empresas, existencias de materias primas u otros derechos valiosos, en tokens digitales que se registran en una cadena de bloques y pueden transferirse, dividirse y distribuirse libremente entre los inversores. Este modelo aumenta considerablemente la liquidez de los activos, reduce las barreras de entrada y simplifica el proceso de inversión.
    El MiCA tiene por objeto garantizar que las empresas que se dedican a la tokenización puedan acceder al mercado único de la UE sin tener que lidiar con normas nacionales fragmentadas. El reglamento exige a los emisores de tokens que publiquen documentación exhaustiva en la que se revelen las características de los tokens, las funciones asociadas, los riesgos y las condiciones de emisión. El reglamento establece requisitos estrictos para los emisores de tokens referenciados a activos (ART) y tokens de dinero electrónico (EMT), entre los que se incluyen la concesión de licencias, el respaldo de reservas, los regímenes de información y la protección de los derechos de los titulares de tokens.
    Para las empresas que aplican el modelo de tokenización, la transición al marco MiCA requiere la adaptación del modelo de negocio. Esto implica estructurar el proceso de emisión de tokens de acuerdo con los requisitos reglamentarios, definir las estructuras de gestión de reservas y riesgos, garantizar la protección de los fondos de los usuarios y preparar la documentación técnica y jurídica adecuada.
    Si bien la aplicación de la MiCA crea un entorno favorable para el crecimiento del mercado de activos tokenizados al abrir oportunidades de expansión, atraer a inversores institucionales e integrar los tokens en el sistema financiero de la UE, también requiere importantes recursos y preparación.
    Así, MiCA logra un equilibrio entre la innovación y la regulación al establecer las condiciones para la introducción activa de tokens en las clases de activos tradicionales, al tiempo que introduce normas estrictas para la protección de los inversores, la divulgación de información y los requisitos de reserva. Esto transforma la industria de la tokenización en un sector regulado y transparente que cumple con las normas de la legislación financiera europea.

    Regulación MiCA para proyectos de cadena de bloques

    El Reglamento (UE) 2023/1114 (MiCA) establece un marco jurídico aplicable a los proyectos de tecnología de cadena de bloques que implementan criptoactivos o servicios relacionados. Esto crea un régimen claro y predecible para este tipo de iniciativas dentro de la Unión Europea. Los proyectos que utilizan tecnologías blockchain, ya sean plataformas de emisión de tokens, contratos inteligentes, aplicaciones descentralizadas o infraestructuras de contabilidad distribuida, deben evaluar si entran en el ámbito de aplicación del MiCA. La atención se centra principalmente en los proyectos que emiten criptoactivos, lanzan tokens o prestan servicios de procesamiento, intercambio o almacenamiento de activos digitales, ya que el MiCA se refiere específicamente a la emisión, oferta y circulación de dichos activos, así como a la prestación de servicios relacionados.
    Un proyecto debe establecer dos componentes clave: la preparación jurídica y la estructura operativa. Desde el punto de vista jurídico, deben definirse la naturaleza del proyecto, la gobernanza interna y el registro de una entidad jurídica en una jurisdicción de la UE, así como la presencia de órganos de gobierno y mecanismos de control adecuados. Las tareas operativas incluyen la aplicación de políticas de gestión de riesgos y la protección de la seguridad de la información, así como los procedimientos AML/KYC (lucha contra el blanqueo de capitales e identificación de clientes). Los proyectos también deben preparar documentación en la que se revelen sus características, mecanismos de funcionamiento y derechos de los usuarios.
    La MiCA también refuerza los requisitos de transparencia: los proyectos deben informar claramente a los usuarios e inversores sobre su funcionamiento, los riesgos asociados, las condiciones de uso de los tokens o servicios, los mecanismos de protección y, en su caso, el respaldo de las reservas. Al lanzar y operar una plataforma, es importante garantizar la capacidad de auditoría y la disponibilidad constante para interactuar con las autoridades supervisoras, así como la verificación independiente.
    Para los proyectos de cadena de bloques, la aplicación de MiCA requiere una inversión adicional en infraestructura y procesos. Sin embargo, también abre el camino a ventajas significativas, como el acceso al mercado único europeo, el aumento de la confianza de los usuarios e inversores y las oportunidades de expansión internacional.
    En última instancia, los proyectos que planifican actividades de cadena de bloques y criptoactivos dirigidas al mercado de la UE o a los usuarios europeos deben preparar de antemano una estrategia de cumplimiento de la MiCA, que incluya la elección de una jurisdicción, la realización de una evaluación jurídica, la aplicación de procedimientos y políticas internas, la preparación de la documentación y la realización de un seguimiento normativo continuo, así como garantizar la preparación para la adaptación. Este enfoque integral reduce los riesgos normativos y permite aprovechar eficazmente las ventajas de integrar los activos digitales en el entorno jurídico europeo.

    Regulación MiCA para nodos

    La regulación MiCA establece un marco jurídico aplicable a los elementos de infraestructura de los sistemas blockchain, como los nodos. Un nodo es un dispositivo o módulo de software conectado a una red descentralizada que almacena una copia del libro mayor distribuido y participa en el consenso, la validación o la transmisión de transacciones. Aunque MiCA no nombra explícitamente todas las categorías de infraestructura, las actividades realizadas por los nodos con fines comerciales están sujetas a escrutinio regulatorio y requieren una evaluación del cumplimiento de los requisitos del reglamento.
    Si un operador de nodos presta servicios relacionados con criptoactivos —por ejemplo, garantizando la infraestructura de nodos para emisores de tokens, intercambios u otros proveedores de servicios criptográficos—, entonces puede estar sujeto al régimen MiCA como proveedor de servicios de criptoactivos (CASP). En tal caso, el operador debe registrarse u obtener la autorización de la autoridad competente de un Estado miembro de la UE, aplicar políticas de gestión de riesgos, transparencia y seguridad, garantizar la protección de los datos y los usuarios, llevar a cabo procedimientos AML/KYC y cumplir los requisitos de divulgación de las operaciones. Sin embargo, los nodos que funcionan únicamente como componentes técnicos de la red y no prestan servicios regulados pueden quedar exentos de los requisitos de autorización. No obstante, es posible que el operador siga estando obligado a cumplir las normas de seguridad de los datos, ciberseguridad y protección de los usuarios.
    Un requisito clave es la transparencia en cuanto a la infraestructura operativa del nodo: el operador debe estar preparado para proporcionar información sobre la arquitectura técnica, los algoritmos de consenso, los volúmenes y la naturaleza del almacenamiento de datos, las medidas de respaldo y la protección contra fallos. Esto ayuda a reducir los riesgos de interrupciones de la red, manipulación o pérdida de datos de los usuarios. El reglamento también establece la responsabilidad de los operadores de nodos en cuanto al cumplimiento de las normas, y se pueden aplicar sanciones en caso de infracción, incluidas multas y restricciones de actividades.
    Los proyectos y las empresas que operan nodos y desean garantizar su actividad dentro de la UE o en interés de los usuarios europeos deben desarrollar una estrategia de cumplimiento de la MiCA. Esta debe incluir el registro legal, el establecimiento de estructuras internas de gobernanza y control, la garantía de la continuidad del negocio y la protección de datos, y el seguimiento de los cambios en el entorno normativo.
    En consecuencia, la regulación de los nodos en virtud de la MiCA permite operar en el mercado europeo con un mayor nivel de confianza y transparencia. Sin embargo, también exige a los operadores de infraestructuras realizar importantes inversiones en seguridad, documentación y gestión de riesgos. No obstante, para aquellos que estén dispuestos a adaptarse y aplicar las mejores prácticas, la normativa allana el camino para el desarrollo sostenible y la participación legítima en el ecosistema de criptoactivos de la UE.

    MiCA en la República Checa

    En la República Checa, la adopción de la Ley de Digitalización del Mercado Financiero, firmada por el presidente el 6 de febrero de 2025, marcó el comienzo de una nueva etapa en la regulación de los criptoactivos. La ley entró en vigor el 15 de febrero de 2025, otorgando al Banco Nacional Checo (Česká národní banka, ČNB) la autoridad para supervisar el mercado de activos digitales y aplicar las disposiciones de la MiCA. Hasta entonces, el ČNB carecía de la competencia institucional para tramitar las solicitudes y notificaciones en virtud de la MiCA, pero la nueva ley llena este vacío legislativo al asignar al regulador funciones como la concesión de licencias a los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP), la supervisión de los emisores de tokens y el registro de libros blancos.
    Se ha establecido un régimen transitorio para las empresas que ya operaban en el mercado antes del 30 de diciembre de 2024: podrán continuar sus actividades hasta que obtengan una licencia MiCA, siempre que presenten una solicitud antes del 31 de julio de 2025. Al mismo tiempo, la fecha de caducidad definitiva de las antiguas licencias expedidas por la Oficina de Comercio Checa es el 1 de julio de 2026. Los nuevos operadores del mercado deben operar bajo el nuevo régimen desde el primer día, desde el momento en que entró en vigor la MiCA.
    El modelo checo de concesión de licencias CASP prevé tres clases, en función de la complejidad y la gama de servicios ofrecidos. La clase 1 abarca los servicios básicos sin custodia de activos, como la transmisión de órdenes y los servicios de asesoramiento. El capital social mínimo para esta clase es de 50 000 euros. La clase 2 incluye la custodia de activos y el intercambio de criptomonedas/moneda fiduciaria y requiere un capital mínimo de 125 000 euros. La clase 3 está destinada a los operadores de plataformas de negociación y requiere un capital mínimo de 150 000 euros. Los emisores de monedas estables y tokens de dinero electrónico están sujetos a requisitos aún más estrictos, similares a las licencias de las entidades de dinero electrónico, con un requisito de capital mínimo de hasta 350 000 euros o más, dependiendo de los volúmenes de emisión.
    El procedimiento de concesión de licencias incluye la confirmación de la situación jurídica de la empresa, la estructura de propiedad, el modelo de negocio, la estrategia de desarrollo a tres años, el modelo financiero, las fuentes de capital, las políticas AML/KYC y la descripción de los sistemas de seguridad informática y la protección de los fondos de los clientes. En los casos de emisión de tokens, también debe publicarse un libro blanco. La dirección y los accionistas están sujetos a controles de reputación empresarial, antecedentes penales y transparencia de sus finanzas. Uno de los directores debe ser residente fiscal en un país de la UE. Se presta especial atención a la seguridad de la información, la infraestructura informática y el cumplimiento de las normas de la Ley de Resiliencia Operativa Digital (DORA).
    Las empresas que incumplan la MiCA y la legislación nacional pueden enfrentarse a sanciones, que incluyen multas de hasta 15 millones de euros o hasta el 15 % de la facturación, la suspensión de actividades, la revocación de la licencia y la inclusión en el registro de entidades de alto riesgo. También se está mostrando un gran interés por las innovaciones en la normativa fiscal: a partir de 2025, se introducirán los mecanismos de «prueba de tiempo» y «prueba de valor», en virtud de los cuales los ingresos podrán estar exentos de impuestos siempre que los criptoactivos se mantengan durante al menos tres años y los ingresos anuales por transacciones no superen los 100 000 CZK. Sin embargo, estas normas no se aplican a las monedas estables: cualquier transacción que las implique seguirá considerándose un hecho imponible. La situación jurídica de los tokens de dinero electrónico o las monedas estables sigue siendo incierta, lo que aumenta los riesgos fiscales y exige una mayor cautela jurídica por parte de los participantes en el mercado.
    En general, la aplicación nacional de la MiCA en la República Checa establece un marco jurídico en el que las criptomonedas y los productos tokenizados están sujetos a supervisión institucional en lugar de operar al margen de la regulación. Esto crea las condiciones para una mayor transparencia, la confianza de los inversores y el desarrollo sostenible del mercado digital, al tiempo que aumenta los requisitos de cumplimiento para los operadores.

    MiCA en Lituania

    En Lituania, la entrada en vigor de la MiCA marcó una etapa importante en la regulación jurídica de los criptoactivos y los servicios relacionados. Desde finales de 2024, la regulación de los mercados de criptoactivos basada en la MiCA ha comenzado a aplicarse en el país, lo que marca el inicio de una nueva etapa en el desarrollo de los servicios financieros digitales. Las autoridades nacionales establecieron un breve período de transición durante el cual los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) tuvieron que prepararse y obtener la autorización necesaria. El Banco de Lituania es la principal autoridad supervisora, responsable de conceder licencias y supervisar a los CASP en virtud de la MiCA. Las empresas que prestan servicios de criptoactivos, como el intercambio, la custodia y la emisión de tokens, están obligadas a obtener una autorización o a presentar una solicitud para obtenerla en el plazo establecido. A las empresas que ya operaban en el mercado antes de la entrada en vigor de la MiCA se les concedió hasta el 1 de junio de 2025 para presentar los documentos pertinentes. Después de esta fecha, cualquier actividad sin licencia deberá cesar, incluida la prestación de servicios en otros Estados miembros de la UE.
    Para Lituania, la MiCA supone el cumplimiento obligatorio de los requisitos de gestión de riesgos, divulgación y protección de los clientes. Los proveedores de servicios deben presentar un modelo de negocio, una política AML/KYC y demostrar su resiliencia técnica y operativa. También deben cumplir las normas sobre provisión de liquidez, protección de los activos de los usuarios y organización de los controles internos. La normativa reforzada se aplica a los tokens referenciados a activos (ART) y a los tokens de dinero electrónico (EMT), que exigen reservas y otorgan derechos a los titulares de tokens. El régimen transitorio de Lituania fue uno de los más breves de la Unión Europea, lo que obligó al mercado a adaptarse rápidamente. Esto supuso un incentivo para que los participantes prepararan y aplicaran rápidamente todos los procedimientos necesarios. Al mismo tiempo, la rapidez de la implementación aumenta la confianza de los inversores y los usuarios en la jurisdicción lituana, ya que el regulador demuestra su disposición a garantizar un control transparente y adecuado de la circulación de criptoactivos.
    Lituania pretende aprovechar la implementación de la MiCA como una oportunidad para reforzar su posición en el sector europeo de los activos digitales y atraer negocios internacionales. Sin embargo, la consecución de este objetivo estratégico plantea el reto de equilibrar la flexibilidad del desarrollo tecnológico con los estrictos requisitos normativos. Por lo tanto, las empresas deben estar preparadas para invertir en infraestructura de seguridad, procedimientos estructurados y supervisión continua de los cambios en el entorno normativo. Para los proyectos que tengan previsto llevar a cabo actividades relacionadas con criptoactivos o servicios en la UE a través de Lituania, es esencial comenzar a prepararse estratégicamente desde el principio: seleccionar una empresa operativa y una jurisdicción, elaborar la documentación corporativa y operativa, aplicar procesos de protección de los clientes y garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos. Solo un enfoque tan proactivo permite aprovechar las ventajas de la jurisdicción lituana y, al mismo tiempo, cumplir con el alto nivel de la normativa europea sobre criptoactivos.

    MiCA en Polonia

    En Polonia, la aplicación de la normativa MiCA implica adaptar activamente la legislación nacional a los requisitos de la UE. Antes de la entrada en vigor de la MiCA, el mercado de criptoactivos del país se regulaba principalmente a través de la legislación contra el blanqueo de capitales (AML) y la financiación del terrorismo (CTF), sin que existiera una ley específica dedicada a los criptoactivos. Para garantizar el cumplimiento del nuevo marco europeo, las autoridades polacas han elaborado un proyecto de ley sobre el mercado de criptoactivos. El objetivo es establecer un sistema de concesión de licencias para los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) y asignar la autoridad supervisora de este sector a la Autoridad de Supervisión Financiera de Polonia (Komisja Nadzoru Finansowego, KNF). El nuevo régimen exigirá que todas las empresas que presten servicios de custodia, intercambio, negociación o emisión de criptoactivos obtengan una licencia.
    Se ha previsto un período transitorio para los operadores existentes: los proveedores de servicios registrados anteriormente podrán continuar sus actividades hasta que obtengan una licencia CASP, pero no más tarde de julio de 2026. Después de este plazo, operar sin autorización se considerará una infracción y dará lugar a sanciones administrativas.
    La introducción de la MiCA en Polonia provocará cambios estructurales significativos en el mercado. El reglamento establece requisitos relativos al capital mínimo, los controles internos, la transparencia de las estructuras corporativas, la protección de los activos de los clientes, las obligaciones de divulgación y la gestión de riesgos. Si bien estas medidas tienen por objeto aumentar la confianza en el mercado, también pueden dar lugar a una reducción del número de operadores más pequeños que no puedan cumplir las nuevas normas.
    Polonia pretende establecer un sistema regulador que integre el mercado nacional de activos digitales en el marco jurídico unificado de la UE. Las tareas clave para las empresas que operan en el sector de las criptomonedas incluyen la preparación para la obtención de licencias, la aplicación de procedimientos AML/KYC, el desarrollo de políticas de cumplimiento y la creación de estructuras de gobernanza transparentes. Este enfoque reforzará la posición de Polonia como centro de la industria de las criptomonedas en Europa Central y proporcionará seguridad jurídica a los inversores y a los participantes en el mercado.

    Obtención de una licencia MiCA en Estonia

    En Estonia, una entidad jurídica debe estar registrada en uno de los Estados miembros de la Unión Europea y tener una estructura de gestión y presencia administrativa en el país para obtener una licencia para operar con criptoactivos en virtud del reglamento MiCA. Las empresas que tengan previsto operar en el sector de los criptoactivos deben preparar un paquete completo de documentos, que incluye los documentos de constitución, un plan de negocio, previsiones financieras, una descripción de los modelos de gestión de riesgos, una política contra el blanqueo de capitales (AML) y de identificación de clientes (KYC), y una descripción de la infraestructura informática y los mecanismos de seguridad. Estos documentos se presentan al regulador para su revisión y autorización.
    El regulador no solo evalúa el cumplimiento de los requisitos establecidos por parte de la empresa, sino también su capacidad para garantizar operaciones sostenibles, proteger los intereses de los clientes, gestionar los riesgos operativos y tecnológicos y mantener un alto nivel de transparencia. Una vez obtenida la licencia, la empresa tiene derecho a prestar servicios de criptoactivos en todo el Espacio Económico Europeo a través del mecanismo de «pasaporte». Esto permite a las empresas registradas en Estonia ofrecer servicios en otros países de la UE sin necesidad de licencias adicionales.
    Estonia está considerada como una de las jurisdicciones más atractivas para obtener una licencia MiCA gracias a su avanzada infraestructura digital, su sistema regulatorio transparente y sus condiciones favorables para las empresas innovadoras. El país cuenta con un marco jurídico moderno que apoya la implementación de tecnologías de registro distribuido (DLT) y soluciones financieras digitales. Sin embargo, las empresas que elijan Estonia deben ser conscientes de que los requisitos de MiCA en materia de controles internos, gobierno corporativo y presentación de informes son bastante exigentes. Esto requiere una inversión significativa en cumplimiento normativo, preparación jurídica y desarrollo de procesos internos sólidos.
    Así pues, la licencia MiCA en Estonia proporciona a las empresas acceso al mercado europeo de activos digitales, garantizando la seguridad jurídica y la confianza de los inversores. Sin embargo, para obtener la licencia, los solicitantes deben realizar una preparación exhaustiva, establecer una estructura organizativa bien diseñada y estar preparados para una interacción continua con el regulador.

    Licencia MiCA en Alemania

    En Alemania, la obtención de una licencia en virtud de la MiCA implica el cumplimiento de un amplio conjunto de requisitos destinados a garantizar la transparencia, la estabilidad financiera y la fiabilidad al operar en el mercado único de la Unión Europea. Estos requisitos se aplican a las empresas de criptomonedas y a los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP). El procedimiento exige que la persona jurídica esté registrada en Alemania o en otro Estado miembro de la UE y que cuente con una gestión eficaz y una estructura organizativa capaz de cumplir las obligaciones reglamentarias. Una de las condiciones fundamentales es demostrar una buena reputación comercial entre la dirección y los propietarios de la empresa, sin sospechas de participación en blanqueo de capitales, financiación del terrorismo o infracciones graves. La adquisición de acciones de una empresa tras la concesión de una licencia también está sujeta a revisión por parte del regulador si dicha transacción pudiera poner en peligro la estabilidad, la legalidad o la fiabilidad de la entidad autorizada.
    La estabilidad financiera del solicitante también desempeña un papel importante: debe demostrarse la transparencia de las fuentes de capital, así como la capacidad de la empresa para cumplir sus obligaciones con los titulares de tokens o los clientes. El regulador alemán puede denegar una licencia o imponer condiciones si la participación prevista, los accionistas o la estructura de propiedad no cumplen las normas MiCA. Este enfoque ayuda a prevenir influencias indeseables, intereses ocultos o conflictos que podrían socavar la protección de los usuarios y la estabilidad del mercado.
    Una vez obtenida la licencia en Alemania, una empresa puede prestar servicios en todo el mercado europeo y tiene la opción de «pasaporte», es decir, ampliar sus actividades a otros Estados miembros de la UE sin necesidad de obtener una autorización separada en cada país. Esto convierte a Alemania en una jurisdicción atractiva para los proyectos internacionales que buscan expandirse.
    No obstante, la obtención de una licencia en Alemania implica cumplir una serie de requisitos importantes en materia de gobernanza, control e interacción continua con el regulador. Las empresas deben estar preparadas para implementar sistemas integrales de gestión de riesgos, cumplimiento normativo, seguridad informática y protección de datos, y mantener la transparencia con las autoridades supervisoras.
    En conclusión, el modelo de licencia MiCA alemán combina normas estrictas con la oportunidad de acceder al gran mercado europeo. Por lo tanto, para los empresarios y las empresas del sector de los criptoactivos, una preparación cuidadosa, la estructura organizativa adecuada y una estrategia de cumplimiento sólida son fundamentales para obtener con éxito una licencia y garantizar operaciones sostenibles en la UE.

    Licencia MiCA en los Países Bajos

    El marco de concesión de licencias del Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) en los Países Bajos fue una de las introducciones más rápidas y mejor estructuradas entre los países de la Unión Europea. A partir del 22 de abril de 2024, el regulador nacional, la Autoriteit Financiële Markten (AFM), comenzó a aceptar solicitudes de licencias CASP (proveedor de servicios de criptoactivos) en virtud del MiCA. Las licencias aprobadas de esta manera entraron en vigor el 30 de diciembre de 2024. Se estableció un período de transición hasta el 30 de junio de 2025 para las empresas que ya operaban en el mercado, durante el cual pudieron adaptarse al nuevo régimen y preparar una solicitud de licencia. Después de esta fecha, operar sin autorización se considerará un incumplimiento de los requisitos de MiCA.
    El proceso de concesión de licencias abarca una amplia gama de servicios, entre los que se incluyen el intercambio de criptoactivos por monedas fiduciarias, la custodia de los activos de los clientes, la gestión de plataformas, los servicios de asesoramiento y otros tipos de actividades relacionadas con los criptoactivos. Los solicitantes deben presentar documentación detallada, que incluye su modelo de negocio, su sistema de gestión de riesgos, las medidas de seguridad de su infraestructura informática y los planes para salvaguardar los activos de los clientes, así como pruebas del cumplimiento de las obligaciones en materia de lucha contra el blanqueo de capitales (AML) y de identificación de los clientes (KYC). Los directivos y las personas que controlan la empresa están sujetos a controles de fiabilidad y experiencia.
    La obtención de una licencia en los Países Bajos otorga el derecho de «pasaporte», lo que significa que, una vez expedida, una empresa puede prestar servicios criptográficos en otros mercados de la UE sin necesidad de obtener una autorización separada en cada país. Esto hace que la jurisdicción neerlandesa sea atractiva para los proyectos internacionales de criptografía y tecnología financiera.
    Así, el modelo de licencia MiCA en los Países Bajos combina unos altos estándares normativos con una rápida implementación y el potencial de expansión en todo el mercado de la UE, lo que supone una ventaja significativa para las empresas que desean operar en el sector europeo de los criptoactivos.

    Licencia MiCA en Francia

    En Francia, la implementación de la normativa sobre mercados de criptoactivos (MiCA) fue el siguiente paso lógico en el marco regulatorio de los activos digitales, que está en vigor desde 2019 bajo el estatus PSAN (Prestataire de Services sur Actifs Numériques). El sistema regulador francés fue uno de los primeros de Europa, por lo que la transición a MiCA está avanzando sin problemas, y muchas empresas ya cumplen parcialmente los nuevos requisitos. La autoridad competente responsable de conceder licencias a los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) es la Autorité des Marchés Financiers (AMF, Autoridad de Mercados Financieros). Junto con la Autorité de Contrôle Prudentiel et de Résolution (ACPR), la AMF supervisa el cumplimiento de la MiCA, así como la aplicación de medidas contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, la protección de los clientes y el gobierno corporativo.
    Para obtener una licencia MiCA, una empresa debe estar registrada en un Estado miembro de la Unión Europea y tener una oficina de representación o una sucursal en Francia. La solicitud debe ir acompañada de un amplio paquete de documentos, que incluye un plan de negocio, un modelo financiero, una descripción de la estructura organizativa y las políticas internas de gestión de riesgos, AML/KYC e infraestructura técnica, así como medidas de ciberseguridad. La dirección y los accionistas de la empresa se someten a controles relacionados con su reputación, competencia y estabilidad financiera. El regulador presta especial atención a la transparencia de las fuentes de capital y la estructura corporativa, así como a garantizar que no existan conflictos de intereses. El modelo de licencia MiCA francés se caracteriza por un alto grado de formalización y estrictos requisitos de control interno. Las empresas deben contar con sistemas sólidos de gobierno corporativo, auditoría interna y una función de cumplimiento independiente, así como con mecanismos eficaces para salvaguardar los activos de los clientes. El capital social debe corresponder a la escala de actividad, con reservas para cubrir los riesgos operativos y de mercado. Se prevén diferentes niveles de licencia para los proveedores de servicios de criptoactivos, en función del alcance de sus servicios y de su grado de participación en el mercado.
    Una vez obtenida la licencia MiCA, la empresa adquiere el derecho de «pasaporte», que le permite prestar sus servicios en otros países de la Unión Europea sin necesidad de una autorización separada. Esto convierte a Francia en una jurisdicción estratégicamente atractiva para los proyectos criptográficos internacionales que desean operar en todo el mercado de la UE. Sin embargo, el mantenimiento de la licencia requiere el cumplimiento continuo de las normas MiCA, lo que incluye la presentación de informes, auditorías periódicas y la cooperación continua con la AMF.
    Francia sigue siendo uno de los pocos países en los que las autoridades gubernamentales cooperan activamente con la industria de las criptomonedas. La AMF consulta a los participantes en el mercado, publica aclaraciones sobre la aplicación de la MiCA y ayuda a las empresas a adaptarse a las nuevas normas. Esto crea un entorno jurídico predecible y estable en el que los proyectos internacionales pueden planificar operaciones a largo plazo.
    Por lo tanto, la obtención de una licencia MiCA en Francia proporciona a las empresas acceso al mercado europeo, siempre que cumplan estrictamente las normas reglamentarias. Francia combina su reputación como centro financiero fiable con un alto nivel de experiencia regulatoria y una infraestructura desarrollada para proyectos de criptomonedas y tecnología financiera, lo que la convierte en uno de los puntos de entrada más atractivos para las empresas que buscan operaciones legales y escalables en la UE.

    Obtención de una licencia MiCA en Malta

    En Malta, el proceso está regulado por la autoridad supervisora nacional, la Autoridad de Servicios Financieros de Malta (MFSA), y se basa en un marco legislativo actualizado, que incluye la Ley de Mercados de Criptoactivos y las regulaciones relacionadas. Malta se considera pionera en la regulación de criptoactivos y pretende conceder acceso al mercado único de la Unión Europea a través del mecanismo de «pasaporte» para las licencias obtenidas en Malta.
    Los solicitantes que deseen obtener una licencia en virtud de la MiCA deben preparar un paquete detallado de documentos. Este incluye un plan de negocio en el que se describa el modelo de servicio, la infraestructura tecnológica y operativa, el sistema de gestión de riesgos, la ciberseguridad, el control interno y la protección de los activos de los clientes. También deben revelar su estructura de gobierno corporativo y nombrar a sus directores y accionistas. Deben confirmar la reputación y la competencia de estas personas y demostrar la estabilidad financiera de la empresa con fuentes de capital transparentes.
    Malta ofrece un entorno atractivo con una infraestructura desarrollada, experiencia regulatoria y acceso contractual al mercado de la UE. Sin embargo, la preparación para obtener una licencia requiere un esfuerzo considerable. Las empresas deben asegurarse de que cumplen los requisitos de la MiCA en materia de protección de los clientes, procedimientos internos de AML/KYC, infraestructura técnica y presentación de informes al regulador. Una licencia obtenida en Malta permite a las empresas operar en todo el mercado de la UE sin necesidad de obtener una autorización separada en cada Estado miembro.
    Al mismo tiempo, sin embargo, el regulador maltés ha sido objeto de un mayor escrutinio por parte de las autoridades supervisoras de la UE, y una revisión ha señalado que las licencias pueden haberse concedido con demasiada rapidez sin una evaluación exhaustiva de los riesgos. No obstante, la MFSA afirma que está trabajando para abordar estas preocupaciones y reforzar sus procesos de autorización y supervisión.
    Para las empresas que eligen Malta como jurisdicción en la que obtener una licencia MiCA, es fundamental una preparación oportuna: deben seleccionar la estructura jurídica, establecer la infraestructura de gestión y operativa, formalizar los procedimientos de cumplimiento y riesgo, y planificar los recursos para el cumplimiento continuo. La finalización satisfactoria del proceso proporciona acceso a los mercados de la UE con seguridad jurídica y la reputación de una licencia fiable.

    Licencia MiCA en Chipre

    En Chipre, la regulación en el ámbito de los criptoactivos está pasando a un nuevo nivel con la introducción de MiCA. La normativa entrará en vigor en toda la Unión Europea el 30 de diciembre de 2024, momento en el que los Estados miembros deberán adaptar su legislación nacional en consecuencia. En Chipre, la Comisión del Mercado de Valores de Chipre (CySEC) supervisa los servicios criptográficos, mantiene el registro de proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) y supervisa sus actividades en virtud de la MiCA. Antes de la entrada en vigor de las nuevas normas, el regulador suspendió la aceptación de nuevas solicitudes de registro en virtud del régimen anterior, garantizando una transición fluida al sistema actualizado. Las actividades que se regularán incluyen el intercambio de criptomonedas por monedas fiduciarias, las transacciones con criptoactivos y la custodia y administración de activos (incluida la gestión de claves de acceso). Esto también abarca la emisión y venta de criptoactivos, así como la prestación de servicios de inversión relacionados con criptoactivos, como la gestión de carteras, los servicios de asesoramiento, la suscripción y la colocación de tokens. La MiCA abarca a los emisores, los proveedores de servicios y las plataformas de negociación de criptoactivos. Por el contrario, los proyectos y tokens que ya entran en el ámbito de aplicación de otras normativas, como las que regulan los instrumentos financieros, los depósitos, los productos de titulización o los instrumentos de seguros/pensiones, quedan excluidos del ámbito de aplicación de la MiCA.
    Chipre no cuenta con un régimen fiscal específico para las criptomonedas; la tributación depende de la naturaleza de la actividad y de cómo se clasifiquen los ingresos. Por ejemplo, los beneficios de las empresas se gravan con un tipo impositivo del 12,5 %, mientras que los ingresos personales se gravan de forma progresiva desde el 0 % hasta el 35 %. El intercambio de criptomonedas por monedas fiduciarias está exento del IVA, según un precedente del Tribunal Europeo (asunto C-264/14). Chipre sigue siendo una jurisdicción atractiva para las empresas internacionales de criptomonedas debido a su favorable régimen fiscal, su flexibilidad normativa y su acceso al mercado de la UE. Sin embargo, la aplicación de la MiCA requiere una adaptación activa por parte de las empresas, lo que implica una preparación estructural, procedimientos internos y cooperación con los bancos, todo lo cual es cada vez más complejo.
    Como parte de los preparativos para la MiCA, el Gobierno chipriota, a través del Ministerio de Finanzas y las autoridades competentes, ha elaborado un proyecto de ley, «Mercados de criptomonedas 2025», cuyo objetivo es integrar los requisitos de la MiCA en la legislación nacional. El proyecto aclara las competencias de la autoridad supervisora, introduce mecanismos de sanción y establece plazos de adaptación. Los proveedores de servicios de criptoactivos en Chipre deberán obtener una licencia CASP de la CySEC a más tardar el 31 de diciembre de 2025. Se prevé un tipo de IVA del 19 % para las colecciones de tokens no contextuales (NFT) que se reconocen como bienes digitales.
    Así, Chipre ofrece a las empresas internacionales la oportunidad de operar bajo la normativa europea y acceder al mercado de la UE a través del mecanismo de «pasaporte» de una licencia de una jurisdicción. Sin embargo, la preparación temprana y la inversión en cumplimiento e infraestructura siguen siendo de vital importancia. Para aquellos que estén preparados para adaptarse, una licencia MiCA en Chipre podría ser un activo valioso para acceder al mercado europeo.

    Licencia MiCA en Austria

    En Austria, el registro y la concesión de licencias para las actividades relacionadas con los criptoactivos en virtud de la MiCA se llevan a cabo a través de la legislación nacional que marcó la transición del país al marco jurídico unificado de la UE. La Ley MiCA-VVG, aprobada el 3 de julio de 2024 y en vigor desde el 20 de julio de 2024, designa a la Autoridad del Mercado Financiero de Austria (FMA) como la autoridad supervisora nacional responsable de expedir licencias a los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP), así como de supervisar sus actividades posteriores. El reglamento establece que el régimen de autorización de los CASP y otras disposiciones clave de la MiCA entrarán en vigor el 30 de diciembre de 2024. A partir del 30 de junio de 2024, ya estarán en vigor las normas relativas a los emisores de tokens referenciados a activos (ART) y tokens de dinero electrónico (EMT). A través de esta legislación nacional, Austria garantiza que las empresas que operan en este ámbito ajusten sus procesos y estructuras jurídicas a las normas exigidas.
    Para obtener una licencia en Austria, la empresa solicitante debe cumplir unos requisitos estrictos. Entre ellos se incluyen disponer de un capital social suficiente, un modelo de negocio transparente, procedimientos eficaces de gestión de riesgos y control interno, sistemas de lucha contra el blanqueo de capitales (AML) y de identificación de clientes (KYC), una infraestructura informática fiable y medidas para proteger los activos de los clientes. Se presta especial atención a los emisores de tokens estables, ART y EMT. En estos casos, las empresas están obligadas a mantener reservas, proporcionar derechos de reembolso de tokens a los titulares y garantizar un alto nivel de divulgación. También deben preparar un libro blanco que contenga información detallada sobre la tecnología, la estructura, las condiciones de emisión y los riesgos asociados.
    La obtención de una licencia MiCA en Austria permite a las empresas acceder al mercado único europeo a través del mecanismo del «pasaporte regulatorio»: una vez autorizada en Austria, una organización puede prestar servicios en otros Estados miembros de la UE sin tener que obtener autorizaciones separadas en cada país. Esto convierte a Austria en una jurisdicción estratégicamente atractiva para las empresas internacionales de criptomonedas y tecnología financiera. Sin embargo, el proceso de concesión de licencias requiere un alto nivel de preparación: las empresas deben contar con una estructura de gestión sólida, procedimientos internos establecidos, un liderazgo cualificado y una sólida reputación con suficiente antelación. Los participantes en el mercado señalan que el cumplimiento de la nueva normativa refuerza la confianza de los inversores y hace que el mercado austriaco de criptoactivos sea más predecible y estructurado.
    En resumen, la obtención de una licencia MiCA en Austria implica unos requisitos normativos estrictos, pero también representa una oportunidad estratégica para acceder al mercado de la UE. Para aquellos que estén dispuestos a invertir en el cumplimiento normativo y a adaptar su modelo de negocio a la nueva normativa, la concesión de la licencia abre un mundo completamente nuevo de perspectivas y acceso a un nuevo nivel de confianza y resiliencia institucional.

    Licencia MiCA en España

    En España, el Reglamento (UE) 2023/1114 sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) se aplica sin excepciones nacionales significativas. Esto significa que el régimen jurídico europeo unificado se aplica directamente a las empresas que prestan servicios de criptoactivos en España. Las principales funciones de supervisión se reparten entre la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), responsable de la mayoría de los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP), y el Banco de España, que supervisa a los emisores de tokens referenciados a activos y tokens de dinero electrónico, además de controlar el cumplimiento de los requisitos contra el blanqueo de capitales (AML) y la financiación del terrorismo (CFT).
    En España se establecen diferentes categorías de licencias para los CASP en función del alcance de los servicios prestados y del capital mínimo. La primera categoría requiere un capital de 50 000 euros y permite a las empresas prestar servicios básicos, como la ejecución y transmisión de órdenes de clientes, la colocación de criptoactivos, la transferencia de activos, los servicios de asesoramiento y la gestión de carteras. Se prevé un régimen transitorio para las empresas que ya operaban en el mercado antes del 30 de diciembre de 2024: dichas empresas podrán continuar sus operaciones hasta el final del período de transición o hasta que se les deniegue el registro en virtud del nuevo régimen. Una vez finalizado el período de transición, las operaciones legales en España solo serán posibles con la autorización completa de CASP en virtud de MiCA.
    La normativa MiCA en España introduce estrictos requisitos de transparencia y protección de los usuarios: los emisores deben publicar un libro blanco completo sobre los tokens, y los proveedores de servicios deben cumplir las normas sobre gobierno corporativo, control interno, ciberseguridad y AML. España también ha acelerado la adopción de la MiCA, fijando como fecha límite para la transición completa a las nuevas normas el 31 de diciembre de 2025. Esto convierte a España en una de las jurisdicciones con el calendario de implementación más claro y condensado.
    Así, la obtención de una licencia MiCA en España permite a las empresas acceder al mercado de la UE a través del mecanismo de «pasaporte»: tras recibir la autorización en España, pueden prestar servicios en otros Estados miembros sin necesidad de licencias separadas. Sin embargo, esto requiere una importante preparación jurídica, financiera y operativa para garantizar el cumplimiento de todos los elementos de las nuevas normas.

    Licencia MiCA en Irlanda

    En Irlanda, la introducción de la normativa MiCA marca una nueva etapa en la regulación de los criptoactivos y los servicios relacionados. Anteriormente, las empresas que prestaban servicios de criptomonedas se registraban principalmente como proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) en virtud de la normativa contra el blanqueo de capitales (AML) y de conocimiento del cliente (KYC). A partir del 30 de diciembre de 2024, las bolsas, plataformas, servicios de custodia y otros proveedores de criptoactivos que presten servicios a clientes irlandeses estarán obligados a obtener una licencia como proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) en virtud de la MiCA.
    Las licencias son expedidas por el Banco Central de Irlanda, que ha asumido la función de autoridad supervisora en virtud de la MiCA. Para obtener una licencia CASP, una empresa debe tener un capital social de entre 50 000 y 150 000 euros, aproximadamente, en función de la gama de servicios prestados. También se exige separar los fondos de los clientes de los fondos corporativos, disponer de planes detallados de respuesta a incidentes y de un sistema de ciberseguridad, y nombrar a directivos con sede en Irlanda que cumplan los criterios de competencia profesional e integridad. Se han introducido normas especiales para los emisores de tokens estables (ART/EMT) en lo que respecta a los requisitos de reserva y los derechos de reembolso de los titulares de tokens.
    El modelo irlandés prevé un breve periodo de transición: las empresas registradas como VASP antes de la entrada en vigor de la MiCA deben solicitar una licencia antes de que finalice 2025. Las operaciones sin autorización CASP después de la fecha límite establecida se considerarán ilegales. El proceso de concesión de licencias consiste en una consulta preliminar con el regulador, la presentación de un paquete de información clave y una revisión completa de la solicitud. Según la normativa, esto debe completarse en un plazo de 40 días hábiles a partir de la presentación del paquete de documentación completo.
    Hay varias ventajas en elegir Irlanda como jurisdicción para obtener una licencia: un entorno de habla inglesa, la pertenencia al mercado único europeo y un regulador preparado para la supervisión reglamentaria. Una vez obtenida la licencia CASP, la empresa adquiere el derecho a prestar servicios de criptomonedas en toda la Unión Europea a través del mecanismo de pasaporte. Sin embargo, el regulador espera que los solicitantes hagan algo más que obtener la licencia formalmente; también deben mantener una estructura operativa sostenible y transparente, estar preparados para una supervisión continua y cumplir plenamente los requisitos de la MiCA en las áreas de protección del cliente, gestión de riesgos, seguridad y presentación de informes.
    Para las empresas que estén considerando entrar en el mercado europeo a través de Irlanda, las tareas clave son:
    – Contacto temprano con el regulador
    – Preparación de un modelo de negocio y de documentos acordes con el alcance de los servicios
    – Garantizar una presencia real en Irlanda, incluyendo una oficina, una dirección y una gobernanza local
    – Implementación de procedimientos AML/KYC, ciberseguridad, protección de los activos de los clientes y mecanismos de control interno
    – Planificación del cumplimiento continuo tras la concesión de la licencia

    En conclusión, una licencia MiCA en Irlanda representa una oportunidad estratégica para acceder al mercado de la UE, pero requiere una preparación seria, recursos y un enfoque proactivo.
    En conclusión, una licencia MiCA en Irlanda representa una oportunidad estratégica para acceder al mercado de la UE, pero requiere una preparación y unos recursos importantes, así como un enfoque proactivo.

    Licencia MiCA en Luxemburgo

    Obtener una licencia CASP (Crypto Asset Service Provider) en Luxemburgo bajo MiCA es un paso estratégico hacia la utilización del régimen de «pasaporte criptográfico», que concede el derecho a prestar servicios en toda la Unión Europea sin necesidad de obtener licencias separadas en cada país. Como uno de los principales centros financieros de Europa, Luxemburgo destaca la importancia de este nuevo régimen. Anteriormente, las empresas podían operar bajo el registro VASP (proveedor de servicios de activos virtuales) con la supervisión de la Commission de Surveillance du Secteur Financier (CSSF). Sin embargo, MiCA requiere un enfoque mucho más amplio en términos de gobierno corporativo, seguridad de la información, prevención del abuso de mercado y gestión de conflictos de intereses.
    El regulador luxemburgués ha anunciado oficialmente que las primeras licencias MiCA no se expedirán hasta julio de 2026, debido a la necesidad de finalizar las normas técnicas de nivel 2 y nivel 3 a escala de la UE. Durante el período transitorio, los VASP registrados pueden seguir operando a nivel nacional hasta la fecha especificada. Sin embargo, las empresas que tengan previsto obtener una licencia CASP deben prepararse con antelación para cumplir los nuevos requisitos.
    Las áreas clave de preparación incluyen el establecimiento de estructuras corporativas y sistemas de gobernanza transparentes, la creación de una infraestructura informática fiable con medidas de ciberseguridad robustas, la creación de políticas internas de gestión de riesgos y sistemas de información, y la garantía de una clara segregación de los activos de los clientes y de la empresa. En su informe nacional de evaluación de riesgos AML/CFT, Luxemburgo clasificó el sector de los criptoactivos como «de alto riesgo», reforzando los requisitos para los procedimientos de identificación de clientes, la supervisión de transacciones y la auditoría interna.
    Las empresas que deseen obtener una licencia deben comenzar a preparar la documentación, definir una estrategia y una estructura de gobernanza, evaluar el cumplimiento de los requisitos de la MiCA por parte de la empresa, seleccionar la jurisdicción óptima de la UE y asegurarse de estar preparadas para interactuar con la CSSF. Luxemburgo es un centro de concesión de licencias atractivo debido a su experiencia en la regulación de los servicios financieros, su avanzada infraestructura de activos digitales y la oportunidad de aprovechar el mecanismo del mercado único.
    En conclusión, la licencia MiCA en Luxemburgo ofrece oportunidades y obligaciones: acceso al mercado de la UE y mayor confianza de los inversores, y la necesidad de una preparación seria, inversión y cumplimiento normativo continuo. Para las empresas que estén preparadas para ello, Luxemburgo se convierte en una jurisdicción atractiva para operaciones sostenibles y legítimas en el sector de los criptoactivos.

    Licencia MiCA en Finlandia

    Finlandia ha implementado el Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) de forma más rápida y clara que cualquier otro país de la Unión Europea. La supervisión de las actividades de los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) corre a cargo de la Autoridad de Supervisión Financiera de Finlandia (FIN-FSA). Para las empresas que prestan servicios de criptoactivos, como la custodia de tokens, el intercambio de criptoactivos por activos fiduciarios, la gestión de plataformas, la transmisión de órdenes o los servicios de asesoramiento, la obtención de la autorización CASP es obligatoria desde la plena aplicación del MiCA.
    Al mismo tiempo, Finlandia introdujo un período transitorio por el que las empresas registradas bajo el régimen nacional antes de la entrada en vigor de la nueva ley podían presentar solicitudes de licencia hasta el 30 de octubre de 2024 y seguir operando hasta el 30 de junio de 2025 o hasta que el regulador tomara una decisión. Después de esta fecha, operar sin la autorización adecuada se considerará una infracción.
    Los requisitos internos incluyen la presentación de un modelo de negocio detallado y una descripción de la infraestructura técnica y operativa, así como procedimientos claros de gestión de riesgos, seguridad de la información y protección de los activos de los clientes. Las empresas también deben preparar un libro blanco cuando emitan ART (tokens referenciados a activos) y EMT (tokens de dinero electrónico). Estos requisitos son equivalentes a los que se aplican a las instituciones financieras tradicionales e incluyen una evaluación de la fiabilidad de la dirección y los accionistas, los fondos propios mínimos y un marco de gobierno corporativo.
    Una vez obtenida la licencia en Finlandia, una organización puede prestar servicios en toda la UE a través del mecanismo de pasaporte. Esto hace que la jurisdicción finlandesa sea atractiva para los proyectos internacionales de criptomonedas y tecnología financiera que desean operar en el mercado europeo. En general, el modelo de concesión de licencias finlandés en el marco de la MiCA representa una combinación de estricto cumplimiento normativo, alto nivel de protección de los usuarios y potencial de escalabilidad. Sin embargo, la preparación oportuna sigue siendo fundamental: las empresas deben adaptar su estructura, procedimientos y documentación con antelación para garantizar la continuidad del negocio y la participación en el mercado.

PREGUNTAS FRECUENTES

El Reglamento MiCA (Reglamento (UE) 2023/1114 sobre los mercados de criptoactivos) es un acto jurídico de la Unión Europea cuyo objetivo es crear un marco jurídico unificado para el mercado de criptoactivos. Su finalidad es garantizar la transparencia, la protección de los inversores y la estabilidad del sistema financiero, al tiempo que se apoya la innovación. MiCA introduce normas uniformes para los emisores de tokens y los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) en todos los países de la UE.

MiCA cubre la mayoría de los tipos de tokens, con la excepción de aquellos que ya están sujetos a otras leyes de la UE, como MiFID II o PSD2. El Reglamento define tres categorías clave:
– Tokens referenciados a activos (ART);
– Tokens de dinero electrónico (EMT);
– Tokens de utilidad que proporcionan acceso a servicios o plataformas digitales.

Se requiere una licencia CASP para todas las organizaciones que prestan servicios relacionados con criptoactivos: custodia, intercambio, ejecución de órdenes, gestión de plataformas y otras operaciones. Para obtener una licencia, una entidad jurídica debe estar registrada en uno de los Estados miembros de la UE, aportar el capital mínimo requerido (entre 50 000 y 150 000 euros, dependiendo del tipo de servicios), aplicar procedimientos AML/KYC y establecer un sistema de control interno.

La MiCA entrará en vigor el 30 de diciembre de 2024. Sin embargo, algunas disposiciones relacionadas con los emisores de monedas estables comenzaron a aplicarse a partir de julio de 2024. La mayoría de los Estados miembros de la UE han establecido un período transitorio hasta julio de 2026, durante el cual las empresas VASP ya registradas deben obtener una licencia CASP o cesar sus actividades.

Una licencia MiCA concede acceso al mercado único de la UE y permite a las empresas prestar servicios en todos los países de la UE sin necesidad de obtener licencias separadas en cada jurisdicción (el mecanismo de «pasaporte»). La posesión de dicha licencia aumenta la confianza de los inversores, facilita la cooperación con los bancos y los sistemas de pago y permite que los proyectos criptográficos crezcan legalmente de conformidad con las normas europeas de protección y transparencia.

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